Ansiedad y exámenes

La ansiedad ante el examen es un conjunto de síntomas que abarca todo el espectro de funcionamiento a nivel de pensamiento, conducta y fisiología

29 may 2016 / 11:16 H.

Has estado estudiando y trabajando los contenidos durante todo el año escolar. Tus profes y tus compañeros saben que puedes sacar buena nota en el examen porque las dudas que tenías, las resolvías, y porque has superado los exámenes parciales. Sin embargo sientes algo de miedo, un poco de taquicardia cuando piensas en el día del examen. Te sudan un poco las manos de pensarlo, incluso te quedas bloqueado cuando te ves en la situación.

¿Qué está pasando? Pues está pasando que sientes ansiedad ante el examen. Es un conjunto de síntomas que abarca todo el espectro de funcionamiento, a nivel de pensamiento, de conducta y de fisiología. Piensas qué pasará si suspendes, todo el año tirado por la borda. Tu conducta puede abarcar intentonas de huída (ojalá no me presentara al examen) o protocolos para intentar mitigar ese nerviosismo y esa falta de concentración (recurrir a sustancias relajantes o multi vitamínicos). Y tu fisiología puede estar alterada, con palpitaciones, respiraciones arrítmicas, sudores y problemas estomacales.

Ante esta situación, que es bastante frecuente en adolescentes y en adultos, —también en niños pero eso tendría otro abordaje—, hay muchas cosas que se pueden hacer tanto antes como durante el examen. Lo primero que debes saber es que ese estrés es normal, sobre todo si has invertido mucho tiempo y esfuerzo en este examen. Esa responsabilidad que te has marcado te hace sentir que te juegas mucho, y que te venga esa sintomatología. Intenta usarla en tu beneficio, es decir, ese aumento de adrenalina, que se sabe que mejora la atención, haz que no supere niveles excesivos para que no te paralice.

No hagas cosas que no hayas hecho antes. Si no estás acostumbrado a tomar tila, no la tomes. Si nunca has tomado pastillas para la concentración, no lo hagas. Desaconsejo totalmente cualquier sustancia extraña, aunque nos digan que sólo tiene efectos positivos o que es medicina natural. No es aconsejable salirse de la normalidad. Tienes que integrar los exámenes como parte normal de tu vida, y eso conlleva no hacer cosas raras.

Toma conciencia del verdadero valor del examen. Es una forma de asegurarse de que comprendes la materia, los contenidos. Están diseñados para personas como tú, no para gente con super poderes ni con cocientes intelectuales por encima de la media. Están solamente para saber que has digerido bien los contenidos durante el año. Por tanto, si eso ha sido así, no tendrás ningún problema en superarlos.

Ponte en el lugar del examinador ¿Qué preguntarías tú a un alumno sobre este tema? Si le dedicas algo de tiempo a esta pregunta, verás como un alto porcentaje de preguntas se parecerán a las que tú esperabas. Te reitero que el examen es para gente como tú.

Tienes que saber que lo estudiado, si no hay un tiempo de sueño después, no se asimila y no se recordará. Intenta dormir bien a diario después de estudiar para que los contenidos pasen a la memoria a largo plazo. Antes del examen no sirven nada las noches estudiando si luego no duermes, tu memoria no va a consolidar ningún aprendizaje. Un entrenamiento diario, semanas antes del examen, sobre relajación te podría venir muy bien para que esos síntomas físicos no desencadenen esa cascada de pensamientos negativos que probablemente te puedan venir, del tipo “si suspendo qué pasará” “voy a perder oportunidades”, etcétera. Dependiendo del tipo de sintomatología, te recomendaríamos un entrenamiento personalizado de relajación, incluyendo respiración y quizá con ejercicios de cuerpo mente si te aparecen pensamientos negativos.

El día del examen ve con tiempo, tranquilo, y no dejes que los demás te pongan nervioso. Ve seguro, porque tendrás motivos para ello, y si alguien te dice que será muy difícil, o casi imposible, piensa en lo que he escrito antes. El examen está diseñado para personas como tú.

Ese cierto estrés es fruto de la responsabilidad que tienes al querer aprobar. Si este aspecto te domina, te paraliza, y ves que no puedes superar la situación, pide ayuda.