Al lado de nuestros vecinos

Francisco López Gay, alcalde de Villadompardo

26 abr 2020 / 12:42 H.

En Villardompardo, el jueves 5 de marzo, tomamos la decisión de suspender todos los cursos y competiciones que desde el Ayuntamiento se venían organizando (pádel, pilates, zumba, cocina, poda, costura, entre otros) y se cerraron todos los edificios municipales, todos menos el Ayuntamiento, y lógicamente el consultorio médico, los cuales desde entonces se desinfectan a diario.

Desde el principio tuvimos claro que el Ayuntamiento tenía que permanecer abierto y que, en tiempos de crisis y más en los municipios pequeños, su función es fundamental y debe convertirse en un miembro más de cada familia; desde aquí se activan prestaciones y se actúa como unos verdaderos servicios sociales para el cuidado de las personas mayores y los colectivos más vulnerables.

Lo siguiente que hicimos fue parar todas las obras municipales (cementerio viejo y aledaños, gimnasio municipal y vestuarios y nacimiento del abrevadero del pilar), así como desinfectar las calles del pueblo no un día, sino los lunes, miércoles y viernes desde entonces.

Cuando comenzó el confinamiento nos pusimos en contacto con todas las tiendas de alimentación, higiene y productos de primera necesidad, a las cuales agradecemos que desde el principio hicieran reparto a domicilio. Desde el Ayuntamiento hemos facilitado estos contactos y hemos llamado a las personas mayores que no tienen familia en el pueblo y nos hemos puesto a su servicio para llevarles alimentos o medicamentos.

En Villardompardo no ha habido desabastecimiento de mascarillas, ya que desde el principio muchas mujeres se pusieron a fabricarlas, llevando incluso a hospitales, a las que hay que sumar las quirúrgicas que las distintas administraciones nos han facilitado y que hemos hecho llegar a la población con más riesgo, desde el Ayuntamiento y la farmacia del pueblo. No hemos dejado de equipar a las personas más expuestas como son los tenderos y profesionales en general y, sobre todo, a los sanitarios, no solo a los que trabajan en el consultorio local, sino también a los que trabajan en otros municipios pero son del pueblo mediante el suministro de batas, pantallas, mascarillas, para los que todo es poco. Nuestra intención es que todos los ciudadanos de Villardompardo puedan disponer de mascarillas FFP2 (las buenas) para cuando acabe el confinamiento y poder salir de sus casas con garantías de seguridad.

Quiero tener un especial recuerdo para las cinco personas de nuestro pueblo que han fallecido en diferentes puntos de España, víctimas de esta cruel pandemia que a todos nos afecta. En Villardompardo, a día de hoy, no tenemos ningún caso de coronavirus, sus habitantes se han tomado con gran responsabilidad el confinamiento e incluso personas que al principio llegaron de otros puntos han seguido las recomendaciones del Ayuntamiento y han guardado la cuarentena en sus casas. Todo ello, y cómo no, con un poco de suerte, ya que nosotros no somos una isla, explica este éxito en nuestro pueblo y nos hace estar esperanzados en pasar inmunes esta ola de la pandemia, pero es verdad que no nos podemos relajar. Este virus ya se ha llevado también por delante eventos como nuestra romería de San Isidro Labrador, así como las VI Jornadas Históricas del Condado de Villardompardo que tienen carácter bianual y se deberían celebrar también en mayo y que se han pospuesto.

En cuanto a nuestro día grande, la Festividad del Corpus Christi, documentada desde 1565 y solo interrumpida por el periodo de la Guerra Civil, que este año es el 14 de junio, no podrá realizarse, al menos como lo conocemos, ya que la complejidad de los altares requiere varios meses de trabajo de los vecinos de las distintas calles y que con el confinamiento hace imposible elaborarlos, de todas formas si algo nos ha enseñado esta crisis sanitaria, es que debemos pensar a largo plazo, pero tomar decisiones solo a corto plazo.

No quiero despedirme sin recodar que hoy es el día de la Virgen de la Cabeza, patrona de la Diócesis de Jaén, y que como durante siglos hicieron nuestros antepasados, hoy más que nunca nos encomendamos a ella para que esta pandemia termine lo antes posible.