Lesi, un “traductor” de lengua de signos que rompe barreras

Lesi incorpora un sistema de aprendizaje que cuenta con un profesor virtual para mostrar la correcta posición de las manos. Si el usuario no la imita del todo bien, el “docente” no le permite pasar al siguiente nivel

28 abr 2019 / 11:07 H.

Hablar con una persona sorda sin saber lengua de signos es posible gracias a Adrián Garrote, un chico de Linares con espíritu inquieto que ideó Lesi, un traductor que permite, a través de la captación del movimiento de las manos, comunicarse con personas sordas.

Es, en pocas palabras, una especie de traductor. Asimismo, se trata de un proyecto que está desarrollado para ordenador, a través del cual utiliza un sensor llamado “slip motion”, que es pequeño, muy potente y económico. Pero, ¿cómo funciona? Es muy sencillo. Solo hay que situar las manos encima del sensor. No hacen falta guantes, ya que incorpora dos cámaras y tres led infrarrojos, por lo que capta el movimiento de las manos en un sistema tridimensional. En este sentido, cada uno de los desplazamientos de manos que realiza el usuario, se transforman en letras que aparecen en la pantalla del ordenador o, incluso, en un aidio donde se reproduce lo que la persona sorda quiere decir. Asimismo, esto es posible, además, gracias a un sistema de reconocimiento que él mismo ha desarrollado. Se trata de un dispositivo que persigue, como fin último, agilizar la comunicación y eliminar barreras. Entre los objetivos que se sitúan en el horizonte tras “dar a luz” a Lesi está el de integrarlo en una tableta y hacer que el traductor de lengua de signos sea portátil. También se puede utilizar en un sistema de videoconferencia. Algo muy útil, ya que la persona sorda hace los gestos y Lesi traduce —bien por escrito o por reproducción de sonidos— lo que quiere decir al interlocutor.

Y, ¿cuál es la utilidad real de este invento? Su multifuncionalidad, ya que se puede implementar en supermercados, colegios —tanto para alumnos como profesores sordos— o restaurantes, entre otros lugares, lo que facilitaría la comunicación de la comunidad sorda. Además, su uso puede derivar en el aprendizaje, por parte de los usuarios, de la lengua de signos. Asimismo, se ha creado un ecosistema de enseñanza estructurado en niveles con un profesor virtual que ilustra la posición y la enseña correctamente. Toda una revolución con gran acento linarense.

“Trabajo para mejorar la vida de los demás”
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Adrián Garrote es el ideólogo del sistema Lesi, que reconoce los movimientos de las manos de las personas sordas y los transforma en texto o en audio para el entendimiento del interlocutor. “Solo enfoqué mi trabajo a mejorar la vida de este colectivo, aunque que te lo reconozcan en tu tierra es todo un orgullo”, asegura Garrote, que se muestra “emocionado” por recibir el Premio Jiennense del Año en la categoría Iniciativa. “Es algo que no me esperaba, estoy muy agradecido a la organización de estos premios”, concluye.