A prisión por poner en peligro a los vecinos de un edificio que incendió

Dos años y medio de cárcel. Esa es la condena impuesta por la Audiencia a Antonio G. U. H. por prender fuego en un bloque de pisos de Alcalá la Real y poner en peligro la vida de sus habitantes. Se le considera autor de un delito de incendio acentuado, si bien, la sentencia le aplica el tipo más atenuado y, por ello, le aplica un castigo muy por debajo de los casi cinco años de prisión que solicitó la Fiscalía. Los magistrados razonan que el riesgo fue “leve” y que los daños causados en el edificio tampoco fueron considerables. La Sección Tercera también tiene en cuenta que Antonio G. U. H. sufre una enfermedad mental.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 9 de febrero de 2016. El acusado tuvo una discusión con un vecino del bloque y se marchó. Sin embargo, regresó poco después y prendió fuego a un carrito de bebé y a un ciclomotor que se encontraba aparcado en el portal. Fueron los propios vecinos los que sofocaron las llamas, si bien todo el bloque se llenó de humo. Dos mujeres tuvieron que ser atendidas por ello. Antonio G. U. H. se marchó del lugar, pero fue detenido poco después cuando deambulaba por la zona.

En el juicio, aseguró no acordarse de nada: “No he hecho daño en la vida a nadie”, dijo al tribunal. Sin embargo, los magistrados recuerdan el testimonio de dos vecinos que declararon en el juicio como testigos: Uno de ellos relató que escuchó a Antonio G. U. H. decir que le había pegado fuego al bloque y que todos iban a arder.