Acusado de raptar a su expareja para darle una paliza en un olivar

El hombre, que se encuentra en prisión por estos hechos, se enfrenta a una petición de casi 12 años de cárcel

22 feb 2018 / 08:52 H.

Se saltó las órdenes de protección y secuestró a su expareja; la llevó a un descampado, la amenazó de muerte y le propinó una brutal paliza. La víctima consiguió escapar de su agresor y estuvo vagando por el campo toda la noche, sola y descalza, hasta que llegó a su casa. El presunto autor de estos hechos es Tomás O. L., un joven de tan solo 27 años y que ya cuenta con numerosos antecedentes penales. De hecho, es un maltratador reincidente, que se encuentra en prisión preventiva. Fuentes de la Fiscalía aseguran que es uno de los agresores más violentos con los que han tratado. El Ministerio Público acaba de presentar cargos contra él y pide una condena de casi doce años de cárcel por delitos de detención ilegal, lesiones, amenazas y quebrantamiento de medida.

El hombre fue denunciado por su pareja y madre de sus dos hijos en septiembre de 2017. Fue detenido por la Guardia Civil y trasladado al Juzgado de Violencia de Género de Jaén. La magistrada le impuso una orden de alejamiento. No podía acercarse a la mujer a menos de 200 metros. Presuntamente, Tomás O. L. tardó horas en quebrantarla. Volvió a ser detenido y, esta vez, fue enviado a prisión preventiva. Estuvo entre rejas hasta el 16 de octubre, cuando salió en libertad provisional. Eso sí, la juez le impuso otra orden de alejamiento y aumentó la distancia de seguridad de la víctima hasta los 500 metros. También se le impuso la prohibición de entrar y residir en Cazalilla, su pueblo. Por ello, y para controlar todos sus movimientos, se le puso una pulsera.

El fiscal relata que el acusado entró en la zona de inclusión en cinco ocasiones y que, igualmente, se quitó el dispositivo o no cargó la batería en, al menos, una docena de días.

El pasado 11 de diciembre, sobre las once de la noche, Tomás O. L. telefoneó a su expareja a su domicilio. Le dijo que tenía que entregarle unas zapatillas. Ella bajó a la calle para recogerlas. Fue, entonces, cuando el acusado la introdujo por la fuerza en su vehículo, según siempre la Fiscalía. Presuntamente, la agarró de los pelos y tiró de ella para meterla en el coche en contra de su voluntad. A continuación, echó los pestillos del automóvil y la llevó en contra de su voluntad a una zona de campiña. El Ministerio Público dice que permanecieron allí más de cuatro horas. El escrito de acusación describe que la víctima sufrió insultos, puñetazos, tirones de pelo y golpes por todo el cuerpo. En un momento dado, Tomás O. L. llegó a sacarle una pala: “Te voy a enterrar viva”, fue la frase que, según el fiscal, utilizó para amedrentarla. Para que no se marchara, presuntamente, el agresor le quitó las zapatillas. No obstante, ella aprovechó un descuido del presunto autor de los hechos. El coche se quedó atascado en el barro y él se bajó para intentar sacarlo. En ese momento, ella salió corriendo. Iba descalza. Tardó varias horas en recorrer los cinco kilómetros que separaban ese descampado de su casa. De hecho, llegó alrededor de las siete de la mañana del 12 de diciembre.

Ese mismo día, la Guardia Civil volvió a detener a Tomás O. L. Su pareja presentaba visibles lesiones en la cara como consecuencia de la agresión. De hecho, tenía un ojo completamente morado y que apenas podía abrir. La juez envió al hombre a prisión preventiva, donde permanece desde entonces a la espera de juicio. El primer paso para volver a sentar en el banquillo a este maltratador reincidente lo ha dado la Fiscalía. Ha presentado cargos contra él por nueve delitos, por los que reclama una condena de once años y nueve meses de cárcel. Además, también solicita que no pueda acercarse a la víctima durante diez años más y que la indemnice con 1.625 euros por las lesiones y las secuelas ocasionadas.