Alegría en Valdeastillas por la limpieza de la depuradora

La asociación de vecinos luchará por el cierre del habitáculo o su traslado

04 ago 2016 / 17:30 H.

A las siete menos cuarto de la mañana de ayer, un ruido de motores despertó o soliviantó a algunos vecinos de Valdeastillas. Concretamente, a los que habitan las viviendas más cercanas a la depuradora de aguas residuales del barrio. El “jaleo” procedía de los dos camiones y de la “furgoneta Renault” que la concesionaria del ciclo integral del agua en la capital, Aqualia, envió a la zona como respuesta a la denuncia pública que los vecinos habían expuesto en estas páginas dos días antes: el “insoportable” hedor que se eleva desde las instalaciones, envolviendo las casas que forman este barrio de la periferia, cada vez que suben las temperaturas y la empresa flaquea en el mantenimiento que debe hacer de ellas. La satisfacción confesa que provocó en los vecinos la celeridad con la que ha respondido la concesionaria a sus quejas daba para bromas incluso. Después de casi tres horas de trabajo, algunos residentes propusieron, con sorna, al presidente de la asociación vecinal, Miguel Castro: “Se ha quedado tan limpio que, si quieres, podemos ir a merendar allí”, como indicó él mismo a este periódico.

El deseo de la población es que Aqualia no ceje en el mantenimiento de la depuradora. Pero Castro va más allá. La indignación que los vecinos sienten ante una situación que se reproduce cada estío, desde hace “tres o cuatro años”, es tal que, el martes, el presidente de la asociación registró en el Ayuntamiento y en la oficina de la empresa dos escritos solicitando reuniones “urgentes” con el concejal que sea competente en la materia y con el gerente de la concesionaria. “Espero que me las den pronto porque no quiero solo el mantenimiento de la depuradora. Ese habitáculo tiene que estar cerrado y, si no, que se saque y se lleve a otro lado”, subrayó, tajante. El temor que albergan los vecinos es el momento en el que el Ayuntamiento encuentre algún uso al malogrado Parque Acuático y su depuradora empiece a funcionar. “Entonces, no habrá forma de estar allí”. Este es el vaticinio que cunde entre los residentes. Y, ante ese futurible, sugiere Castro: “Lo mejor sería que unificaran las dos y que se instalen en mitad del olivar”.

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