Alumnos del Conservatorio se asfixian en el “Muñoz Garnica”

Final de curso. Tiempo de evaluaciones. Examen de una asignatura troncal —posiblemente, Lenguaje Musical— del Grado Profesional de Música. El aula carece de sistemas de aire acondicionado y de ventiladores y, en el interior, la temperatura es asfixiante. El mercurio marca 35 grados. De repente, un par de alumnos dicen estar mareados. Y, en un acto de desesperación y agudeza, a la profesora se le ocurre una solución que no resultará descabellada: sacar las mesas al pasillo y examinar a los estudiantes en el único lugar en el que se podía respirar y hacía algo de “fresquito”. De esta forma, salva la jornada.

La escena podría parecer de otro tiempo y otro lugar, quizá alguno de esos territorios que tienen el sambenito de “subdesarrollados”. Pero no. Es lo que vivieron alumnos del Conservatorio Profesional Ramón Garay el martes por la tarde, en las instalaciones del Colegio Público Muñoz Garnica, en el que están ubicados provisionalmente, mientras la Junta de Andalucía acondiciona la sede de la calle Compañía.

“Lo veíamos venir”, apunta la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y estudiante de fagot, Mónica Alcázar. “El ‘Muñoz Garnica’ no está acondicionado, no tiene climatización y, por su situación, le da el sol todo el día, ¡y aquí arde Troya!”, expone Paco Torres, padre de dos estudiantes. Para adelantarse a los acontecimientos, en el mes de enero, en un Consejo Escolar, la AMPA le trasladó a la Delegación de Educación “lo que se podía venir encima”. Le pidió que pusiera medios para evitarlo. “No se ha hecho nada y ha ocurrido lo que preveíamos”, resume la presidenta Alcázar, que subraya: “Es la época en la que más tienen que rendir los alumnos y sufren ellos y los instrumentos”. Con el calor estos se desafinan fácilmente. “Empiezas a tocar y cada nota está en una tesitura distinta”, describe la presidenta del AMPA, que remacha, indignada: “No se está recibiendo ni la educación que necesitamos”.

Ante una situación en la que, “incluso, puede existir riesgo para la salud de profesores y alumnos”, el director del colegio, Elio García González, informó a la AMPA de que había remitido un escrito a la delegada de Educación, Yolanda Caballero, y al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales “para que den solución” a este problema. Además, como consecuencia “del intenso calor” que se está “sufriendo” en el centro educativo, “donde se están superando con creces los límites que marca la normativa vigente”, se han suspendido “todas las audiciones de piano, guitarra y coro programadas” para ayer, hoy y mañana en el salón de actos. Es lógico. La semana pasada, en una audición, a las cinco y media de la tarde, “los padres y madres que estábamos entre el público tuvimos que abrir las ventanas porque en la calle hacía más fresco. En el salón de actos reventamos de calor”, expuso uno de los progenitores. Quedan dos semanas aún para que acabe el curso y la situación es insostenible, recalcan las madres y padres, que no descartan emprender acciones. Este periódico intentó sin éxito hablar con la Delegación de Educación.

obras. ¿Cómo van las tareas de acondicionamiento de la sede de la calle Compañía? A estas alturas, el coordinador comarcal del PP, Miguel Contreras, señaló, en una rueda de prensa, el martes, que ya debería estar a punto de concluir. Sin embargo, “cada vez salen más deficiencias”, por lo que aventuró: “El traslado al ‘Muñoz Garnica’ que iba a ser provisional se puede convertir en algo definitivo”.