Archivada la investigación por la muerte de una anciana

El ADN hallado en las uñas de la víctima no es de su hijastra, que fue detenida

20 oct 2018 / 11:24 H.

El Juzgado de Instrucción número 4 acaba de archivar la causa abierta contra una vecina de la capital, de 51 años, acusada de un delito de homicidio. La Justicia investigaba si había acabado con la vida de su madre adoptiva. Las pruebas forenses forenses han determinado que los restos biológicos hallados en la uñas de la fallecida no son de la sospechosa. Por eso, la instructora, la magistrada Carmen Ballesteros, ha decidido dar carpetazo al caso por falta de pruebas concluyentes. El cadáver de Josefa fue hallado el pasado 23 de agosto de 2017. El cuerpo sin vida de esta jiennense, de 95 años, yacía tumbado en el suelo de su casa, prácticamente en el umbral de la puerta. En principio, la autopsia determinó que la muerte pudo deberse a causas naturales. En concreto, se barajó que la anciana pudo sufrir un ictus, lo que hizo que se cayera y se golpeara en la cabeza.

Sin embargo, unos seis meses después, se abrió una causa judicial en base a los resultados definitivos de la autopsia y a una serie de indicios. De hecho, en abril, la hijastra de Josefa fue detenida acusada de un delito de homicidio. La mujer, de 51 años, quedó en libertad con cargos, a la espera de los resultados de una serie de pruebas encargadas por su señoría.

La hija adoptiva de la fallecida se convirtió en sospechosa para la familia desde el primer momento. No tenía buena relación con su madre e, incluso, sobre ella, pesaba una orden de alejamiento. Además, después del hallazgo del cadáver, había una pieza que no terminaba de encajar. La puerta de la vivienda en la que residía la fallecida estaba cerrada con llave, algo que solo se puede hacer desde el exterior. Esto indica la presencia de otra persona en el domicilio. Además, tampoco se halló el juego de llaves que, normalmente, utilizaba la anciana.

Unos dos meses después de la muerte, se produjo otro hecho significativo. La hijastra entró en el domicilio para recoger unos enseres personales. En principio, podría parecer algo normal. Sin embargo, no lo fue. ¿Por qué? Como no tenía buena relación con su madre adoptiva, la mujer no tenía copia de la llave y, por lo tanto, no podía entrar en la vivienda. A partir de ahí, y con esos indicios, el Juzgado decidió reabrir el caso y encargar a la Policía que abriera una investigación. Los agentes repasaron todos los movimientos de la mujer, que no ofreció una coartada sólida sobre lo que hizo en la noche en que murió su madre adoptiva. Tampoco pudo explicar cómo pudo acceder a la vivienda si no contaba con llave. Eso sí, dijo que lleva meses sin ver a su progenitora y negó cualquier relación con los hechos.

La causa quedó a expensas de los resultados de las pruebas de ADN que se realizaron a los restos biológicos que la víctima tenía bajo las uñas. Los forenses han determinado que esos vestigios no son de la sospechosa, por lo que la juez entiende que no hay caso y, por ello, archiva el procedimiento. Entiende que no está clara la causa de la muerte de Josefa y que nada vincula a la sospechosa con los hechos. Contra esa resolución cabe recurso ante la Audiencia Provincial. La familia de la víctima está personada en el procedimiento.