“Benita se hace la víctima para destrozarnos la vida”
La pareja acusada de prostituir a sus hijas clama por su inocencia
El 7 de julio de 2014, Benita Callejas no aguantó más. Ese día, esa joven, que entonces tenía 19 años, decidió poner fin al rosario de penalidades que era su vida. Salió corriendo de su casa, una vivienda de protección oficial en Arquillos, en la que malvivía entre basuras con eso que llamaban familia. Se escapó para refugiarse en casa de un vecino, donde permaneció escondida durante cuatro días. Su huida tuvo un motivo: presuntamente, Benita y su hermana Isabel habían sufrido los malos tratos y las violaciones de su padrastro, Pedro Antonio F. O. Unos episodios de violencia sexual consentidos e, incluso alentados por su propia madre, María del Carmen O. E. La progenitora, además, obligaba a que su hija se prostituyera con ancianos del pueblo. La pareja fue detenida y estuvo en prisión preventiva durante casi nueve meses.
Ayer, estaba previsto el juicio contra los dos progenitores y uno de los vecinos que, según el fiscal, pagó para tener sexo con las niñas. Finalmente, se suspendió porque el padrastro renunció, a última hora, a la abogada que lo ha defendido durante todo el procedimiento. “No me he sentido bien asesorado ni representado”, le dijo al tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia. La presidenta de la Sala, la magistrada Esperanza Pérez Espino, decretó el aplazamiento del juicio hasta el mes de octubre. No obstante, advirtió al acusado que no podrá volver a cambiar de letrado ni presentar nuevas pruebas.
No hubo juicio, pero sí que se produjeron las primeras declaraciones públicas de este matrimonio de Arquillos. Fue en las puertas del Palacio de Justicia cuando María del Carmen O. E. se plantó delante de las cámaras de televisión y los micrófonos para comenzar su alegato de defensa: “Mi hija —en referencia a Benita— se hace pasar por la víctima. No está diciendo la verdad. Todo es al revés y miente para destrozarnos la vida”, aseguró esta vecina de Arquillos de 44 años, sobre la que pesa una petición de condena de más de medio siglo de cárcel por parte de la Fiscalía. La mujer trata, por todos los medios, de desacreditar a su hija, la principal prueba de cargo que tiene el Ministerio Público contra ella y su pareja, Pedro Antonio F. O. “No ha mirado la cara de sus hermanos ni del que hoy en día es su padre. Lo único que pido es que se haga justicia, porque somos dos personas inocentes que hemos pagado un año de prisión sin haber hecho nada”, bramó en plena calle. A esa improvisada rueda de prensa se incorporó su pareja sobre la marcha. En un momento dado, el hombre exigió a María del Carmen que dejara de hablar: “Si quieren saber más, que paguen”, dijo mientras cruzaba los brazos rápidamente. La Fiscalía pide 33 años de cárcel para este vecino de Arquillos.
No obstante, la mujer siguió hablando de Benita, su hija, para seguir atacándola con dureza: “Pido a todos que me ayuden para que sepan lo que es la niña, para se sepa la verdad y salgamos de este lío”. María del Carmen O. E. reclamó que la Junta le devuelva a sus tres hijos pequeños, que están en régimen de acogida temporal desde que fueron detenidos en julio de 2014.
La pareja llegó a estar nueve meses en prisión preventiva por estos hechos. Actualmente, se encuentran en libertad. Ambos siempre han mantenido su inocencia y defienden que el caso es fruto de una invención de su hija. El juicio ha sido señalado para el 4 de octubre.
La Fiscalía ha llamado a declarar como testigos a ocho personas en este caso. Tras los tres acusados, la primera que será interrogada será la propia Benita Callejas. La chica se marchó de su casa el 7 de julio de 2014 para escapar de los abusos y los malos tratos a los que, presuntamente, era sometida por su padrastro y por su madre. Junto a ellas también vivían su hermana Isabel, otro hermano mayor de edad y tres hermanos pequeños. La Fiscalía quiere escuchar el testimonio de los mayores en la sala. Cuando se destapó el caso, Isabel negó que se produjeran esos abusos. Sin embargo, dos meses después, acudió voluntariamente a la Guardia Civil y dijo que todo lo contado por su hermana Benita era verdad. No obstante, cuando llegó la hora de ratificar este testimonio en el juzgado, la joven se negó a declarar. El hermano de ambas, Ignacio, siempre ha defendido la inocencia de su madre y de su padrastro.
Al juicio también está citado un vecino del pueblo, que declarará como testigo protegido. Fue la persona que dio amparo a Benita después de que se escapara de su casa. La mantuvo en su domicilio escondida durante más de tres días hasta que, finalmente, la llevó hasta la Guardia Civil para que denunciara los hechos.