Capas para los superhéroes
La planta de Pediatría se convierte en la “feria del cómic” de manos de alumnos del colegio Padre Manjón
Alumnos de primero y segundo de la ESO del colegio Padre Manjón, de Sorihuela del Guadalimar visitaron el hospital de Jaén para compartir unas horas de juego con los niños hospitalizados en la que supuso la última tarea del proyecto que realizan durante todo el curso escolar, dirigido por la profesora de Educación Física María Lourdes Jiménez, al que llamaron “Capas para todos los superhéroes”. Lo que se buscaba, explican desde el centro educativo, era trasladar por un día a los niños enfermos a un “lugar mágico”, por lo que crearon la feria del cómic en la planta de pediatría: “Cada habitación se convirtió en un taller diferente, en el que los pequeños disfrutaron de teatros, se disfrazaron y aprendieron a hacer malabares o globoflexia, recibieron numerosos regalos, entre ellos las capas de superhéroes, y conocieron a la mascota gigante del proyecto”. Para ello, los escolares entraron en las habitaciones en grupos reducidos y rotaron hasta que todos los niños hospitalizados realizaran todos los talleres organizados.
“Los niños enfermos que luchan a diario para seguir siendo felices son unos auténticos superhéroes. Los alumnos de Secundaria se han metido en el papel de los protagonistas de cómic para realizar tareas, durante todo el curso, con el objetivo de crear una feria solidaria final en la que se recaudaron 478 euros para la Asociación de Padres de Niños con Cáncer (ALES). Durante el curso han creado actividades (teatros, cuentacuentos, concursos...) para toda la comunidad educativa y han preparado decorados, juegos y talleres para organizar la cita, en la que se vendieron chucherías y juguetes mediante una tómbola”, afirman desde el centro educativo.
Eran varios los objetivos que se pretendían con el proyecto, entre los que se encontraba el de recuperar la motivación de los jóvenes por la escuela a través de la apuesta por las artes plásticas y la interpretación; descubrir las grandes capacidades y talentos que tienen los alumnos; contribuir a la mejora de las emociones y de los valores como empatía, solidaridad o compañerismo, y conseguir que sean capaces de emocionarse y de descubrir el verdadero valor de las cosas; trabajar la cooperación y cohesión de grupo, así como las relaciones sociales que tanto se echan en falta en una sociedad llena de tecnología, y proyectar todo su trabajo en una obra de acción social: proporcionar a la asociación ALES una dotación económica y colaborar como voluntarios de actividades por un día. “Tenemos que darles las gracias a estos chicos por estar tan interesados e implicados en esta iniciativa, y al equipo de docencia por motivarlos y fomentar que se desarrollen este tipo de dinámicas, con las que los pequeños que se encuentran hospitalizados se olvidan, por unas horas, de lo duro de su enfermedad”, apuntan desde ALES.