Chicote, el coche fúnebre y el “engaño” del pescado

08 nov 2018 / 08:42 H.

Anoche, si no todos, la mayoría de los televisores jiennenses tenían sintonizada La Sexta, con Alberto Chicote en pantalla. ¿La razón? El programa “Te lo vas a comer” y su reportaje sobre la alimentación en los hospitales pues, para hablar de las malas condiciones de la comida en los centros, el equipo se trasladó este verano a Jaén, donde visitó el Complejo Hospitalario y El Neveral.

Chicote se entrevistó con miembros de la Plataforma por la Sanidad Pública y de Calidad de Jaén y la Marea del Cucharón, los cocineros Germán Moreno y Paco Gómez. Ambos explicaron cómo funciona la cadena de entrega de los menús en el hospital y subrayaron que los controles de calidad “no se cumplen”. “Te lo vas a comer” puso de manifiesto las incidencias que encuentran a la hora de recibir el producto por parte de la empresa externa que les abastece. Para ilustrarlo, entregaron un “taco” de reclamaciones y fotografías que, después, Chicote se llevó como “prueba”.

El famoso cocinero se mostró impactado por las imágenes de las condiciones de la comida, así como por no respetar la cadena de congelación de los alimentos. “Esto no puede ser”, dijo, rotundo, al ver que se entregaba pescado que descongelaban “rápido bajo el chorro de agua”. No fue lo único que asombró a Chicote. Un pescado que, además, no siempre es lo que parece, según sus denuncias. “Es marrajo”, explicó Germán Moreno, mostrando las fotografías, “pero pone en la tarjeta que es pez espada, es decir, se está engañando al paciente”. “¿Eso qué es?”, preguntó el chef sorprendido y horrorizado al ver la fotografía de la patata “podrida”, a lo que consultó si la gerencia del hospital conocía la situación. Ambos cocineros dijeron que sí, pues lo que tenían en sus manos eran reclamaciones que tenían el sello del hospital.

Después, el equipo de La Sexta subió hasta El Neveral, donde explicó que ya no cuenta con el servicio de cocinas y un camión recorre dos veces al día los once kilómetros que lo separa del Complejo Hospitalario. El celador Enrique Ramírez fue su guía, al menos por el exterior, pues en ninguno de los centros les permitieron grabar dentro. Ramírez remarcó las malas condiciones con que llega la comida, lo cual no es apropiado para una persona, y menos un enfermo.

Finalmente, Chicote consiguió hablar con responsables de la empresa Mediterránea, encargada de abastecer la cocina del hospital. Se defendieron diciendo que conocían las incidencias, pero que eran casos puntuales y, cuando ocurría, se cambiaba el producto, tal como estaba estipulado en el pliego. En la entrevista, rodada en la parte trasera del Complejo Hospitalario, junto al mortuorio, la presencia de un coche fúnebre fue uno de los temas más comentados en redes sociales ante la “casualidad” del momento.

Aunque Alberto Chicote no pudo hablar con el máximo responsable del Complejo Hospitalario, le derivaron a Soledad Salcedo, bromatóloga, la persona que decide y controla la calidad de los alimentos. El chef le enseñó las quejas ilustradas de pacientes y trabajadores, a lo que ella contestó que era algo puntual y siempre se había realizado el cambio de producto. “Si nosotros detectamos que hay un problema, se llevan a cabo medidas correctoras, como cambio de menú”, declaró Salcedo. Sin embargo, Chicote insistió y le mostró la fotografía del marrajo. “No se puede cambiar el nombre a los peces, eso es engañar a la gente, y no se puede hacer, menos en un hospital, y menos en un hospital público”. Chicote mostró su descontento pues apenas consiguió respuestas y dejó caer que, “si un hospital tiene todo correcto en sus cocinas, no entiendo por qué no me dejan entrar a verlas”. A lo que el centro alegaba que necesitaban otros permisos para esa visita.

Más de dos millones de espectadores, el hastag #comerenhospitales fue Trending Topic con miles de mensajes, en los que Jaén estuvo muy presente y, sobre todo, la indignación generalizada. Desde luego, fue un programa que dio y dará mucho que hablar.