Cinco detenidos por agredir a policías en un altercado

Tres agentes resultan heridos, al igual que varios de los arrestados

09 jun 2016 / 11:30 H.

Tres policías heridos —ninguno de ellos de gravedad— y cinco detenidos. Ese es el saldo del grave altercado registrado en la capital el martes por la tarde entre varios miembros de una misma familia y agentes de la Policía Nacional que habían acudido a su domicilio para investigar un robo. Un incidente que, como suele ocurrir, en estos casos tiene dos versiones totalmente opuestas. Los arrestados —un hombre, tres de sus hijos varones y su nuera— hablan de que los agentes que intervinieron emplearon una “violencia excesiva” e, incluso, los acusan de “un acto de racismo”. Por su parte, la Comisaría defiende el trabajo de los funcionarios. Resalta que utilizaron “la fuerza mínima imprescindible” para reducir a los implicados y reconducir una situación que había puesto en riesgo la seguridad de los agentes.

Los cinco detenidos quedaron en libertad con cargos, acusados de delitos de atentado, lesiones y amenazas graves. Así lo decidió el magistrado Antonio Valdivia, titular del Juzgado de Instrucción número 2, después de tomarles declaración durante toda la tarde de ayer.

Los hechos, que se produjeron el martes por la tarde, arrancan en el restaurante McDonald’s del Centro Comercial La Loma. Uno de sus responsables avisó a la Comisaría de que dos hombres habían sustraído varias cajas de plástico vacías, utilizadas para el transporte de la comida. Un botín valorado en más de 400 euros y que se llevaron en el maletero del coche. Con los datos aportados, los agentes lograron identificar a los presuntos autores y acuden a la casa, ubicada en un inmueble del paraje de La Imora, frente a la fábrica de cervezas. Hasta aquí, las dos versiones son, prácticamente, idénticas.

La patrulla pidió la documentación al conductor del vehículo que, presuntamente, participó en el hurto. Según la versión policial, el hombre se negó a darle los papeles. Ese fue el origen del altercado. La discusión inicial fue subiendo de tono. Una segunda persona salió de la vivienda y comenzó a increpar a los agentes. Presuntamente, golpeó a uno de ellos con el casco de una moto. Eso hizo que los funcionarios pidieran refuerzos a la Comisaría para controlar una situación que se estaba poniendo fea. Y es que más personas fueron saliendo de la casa y uniéndose a la reyerta. El atestado policial relata que otro de los agentes fue agredido por un hombre y también recibió un mordisco en el cuello. A un tercer agente le dieron un golpe con un palo de madera. “Hubo que emplear la fuerza mínima imprescindible para repeler la agresión”, insiste el portavoz oficial de la Comisaría, Diego Moya.

Las fuentes oficiales también explican que se produjeron graves amenazas a los agentes: “Conocemos a los ‘pikikis’ y vamos a ir por vosotros”, “al juicio de julio no llegáis vivos” y “sabemos que tenéis mujeres e hijos” son algunas de las expresiones que, presuntamente, profirieron los arrestados. En concreto, al lugar acudieron seis patrullas de la Policía Nacional y Local, que procedieron a la detención de cinco personas. Los tres agentes heridos tuvieron que recibir asistencia médica.

La versión de la familia Reyes es totalmente diferente. “Vinieron a mi casa y me pidieron la documentación. Les dije que la tenía en el coche y que iba por ella. En eso, vino mi hermano a la casa. No lo dejaron ni acercarse, comenzaron a golpearlo”, relata Rafael, uno de los detenidos y el hombre que se llevó las cajas de plástico del restaurante. A partir de ahí, los detenidos relatan que recibieron “muchos golpes con las porras” y que, incluso, uno de los agentes llegó a sacar su pistola para apuntarlos: “Nosotros no hicimos nada de eso, solo queríamos que no nos pegaran más”, añade David, mientras enseña los hematomas que presenta en la espalda. También tiene un collarín en el cuello. El patriarca del clan, un pastor de la Iglesia Evangelista, asegura que trató de poner paz. “No me escucharon. Ya en la Comisaría, me dijeron que los gitanos somos todos una mierda. Esto ha sido un acto de racismo”, asegura Melchor Reyes.

La familia asegura que no va a dejar las cosas así y que tiene previsto poner los hechos en conocimiento de la Justicia. De hecho, tienen varios vídeos grabados durante el altercado en los que, aseguran, se corrobora su versión de los hechos. “Vamos a llevarlos al Juzgado para que los vean”, concluye David.

lOS DETALLES

libertad. Los cinco detenidos quedaron en libertad con cargos, después de ser interrogados por el juez Antonio Valdivia. Se les acusa de delitos de atentado, lesiones y amenazas. Deberán comparecer cada vez que se les llame.

antecedentes. Tres de los cinco detenidos —en concreto, los tres hermanos—, cuentan con numerosos antecedentes policiales por diversos hechos delictivos.

HOMBRE DE PAZ. El patriarca del clan, Melchor Reyes, fue uno de los detenidos. Ejerce como pastor evangelista de la Iglesia de Filadelfia. “Es un hombre de bien y nunca se mete en problemas”, dicen sus familiares.