Clamor contra el posible cierre del control de sanidad animal

Decenas de personas se concentran ante la Delegación de Agricultura

31 mar 2017 / 10:23 H.

Decenas de personas, entre las que se encontraban agricultores, ganaderos y sindicalistas de CC OO, UGT y CSIF, además de, por supuesto, los empleados del Laboratorio de Producción y Sanidad Animal (LPSA) de la Consejería de Agricultura en Jaén, se concentraron a las puertas de la Delegación Territorial para clamar contra la amenaza de cierre que se cierne sobre estas instalaciones. Junto con la incertidumbre laboral que supondría para los trabajadores, a los que, no obstante, se les garantiza el empleo, si bien en otros centros de trabajo, los manifestantes alertaron de los efectos que el desmantelamiento del laboratorio tendría sobre la cabaña ganadera de Jaén, ya que es su “control sanitario oficial” de acuerdo con los planes de vigilancia epidemiológica.

Consideran que la dispersión que llevaría implícita esta medida —puesto que habría que llevar las muestras de sangre de los animales a los laboratorios de Granada y de Córdoba— pondría en “serio peligro la fiabilidad” de las analíticas que se realizan. Por ejemplo, en el caso de las pruebas de tuberculosis, no pueden pasar más de 7 horas desde la extracción de sangre hasta el análisis. Un tiempo que creen que se excedería con muestras procedentes de zonas de sierra.

En la misma línea, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) advirtió de la “importante merma” que supondría para los ganaderos de la provincia si no se incluye el laboratorio de Jaén en la nueva red que está diseñando la Consejería de Agricultura con el objetivo de optimizar recursos. Según hizo hincapié en un comunicado, conllevaría perder eficiencia. Para Asaja, sería hacer retroceder a un sector, perjudicado desde hace años, por lo que insistió en que los análisis que se realizan en el laboratorio jiennense son fundamentales para garantizar la sanidad de los animales que, posteriormente, se convierten en carne para el consumo. En declaraciones a este periódico, el delegado de Agricultura, Juan Balbín, se mostró respetuoso con el derecho de manifestación, pero subrayó que no hay nada seguro sobre el cierre del laboratorio.