Comidos por las humedades

Vecinos de Loma del Royo vuelven a exigir el arreglo y desvío de los colectores

05 nov 2016 / 10:34 H.

Siempre que llueve —y, según los pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el cielo estará amenazante este fin de semana—, en Loma del Royo, algunos vecinos se echan a temblar, víctimas de una “intranquilidad permanente” y del “temor” a que sus viviendas se aneguen de aguas fecales, como le ocurrió a José Antonio Hernández en 2013 y, más recientemente, el pasado agosto, o a José Losa. La calamitosa situación de las madres comunes entre las calles Sierra Mágina y San Juan de la Cruz, con tubos de hormigón que, después de 60 años, están en una “ruina” reconocida por Aqualia, es una fuente de problemas. Una pesadilla en un barrio que, desde hace tres años, reivindica al Ayuntamiento una solución que se demora tanto que han empezado a perder la esperanza de que se materialice.

Al deterioro del colector se suma el hecho de que este discurre por debajo de las viviendas. El resultado son inundaciones, como aquella de 2013 en la que José Antonio Hernández y su familia lo perdieron casi todo y por la que su entonces compañía de seguros reclama daños a Aqualia por 35.000 euros; o las filtraciones que sufren José Losa, a quien también se le ha anegado el patio con aguas fecales en varias ocasiones, y Faustino Serrano, que ve, impotente, cómo las humedades se elevan “desde el suelo hasta alcanzar un metro de altura”. En estos años —como se lee en el enésimo escrito que la Asociación de Vecinos Loma del Royo registró, el 25 de octubre pasado, en el Ayuntamiento— han sido numerosas las denuncias y demandas de los vecinos por los perjuicios y humedades” que sufren en sus viviendas. Hasta la Corporación aprobó, “por unanimidad”, en el pleno de mayo de este año, una moción para “exigir” a la empresa concesionaria la renovación y el desvío de estos colectores por el viario público.

Era un intento más para que el equipo de Gobierno local cumpliera los compromisos que, en estos tres años, ha adquirido con ellos. Con Manuel del Moral al frente de la Concejalía de Mantenimiento Urbano, se les prometió una hinca en la calle San Juan de la Cruz. Hace siete meses, su sucesor, Juan José Jódar, les presentó un proyecto para atajar el 50% del problema, desviando las aguas desde Sierra Mágina hasta Hermanos Senise Colmenero y, una vez allí, conectar con la red general. El concejal les entregó, incluso, una memoria con las claves de la intervención y el presupuesto, estimado en 105.754,09 euros. Pensaban que, en verano, estaría ejecutado. Pero no ha sido así. La temporada de lluvias ha llegado, los malos olores, también, y a este “foco de insalubridad” se suman el miedo a inundaciones y al “posible hundimiento de muros”, y la sensación, imperdonable, de saberse “engañados”.

Preguntado por las obras, Jódar señaló: “Necesito dinero. Esa obra está financiada con una modificación de crédito que está pendiente de la aprobación del presupuesto”.