Condenada por causar un accidente de tráfico mortal

Un año de cárcel y un año de retirada del carné. Ese es el castigo impuesto a Natalia L., la conductora que causó un accidente en Martos, en el que falleció una mujer de 72 años. La sentencia, dictada por conformidad en el Juzgado de lo Penal número 2 de Jaén, establece que la mujer cometió una imprudencia grave al volante: iba hablando por el teléfono móvil y se saltó una señal de stop. “Desobedeció las normas básicas de la circulación”, señala la resolución judicial. Esas infracciones provocaron que el coche que conducía, un Opel Astra, embistiera de forma frontolateral a otro vehículo. Su conductora falleció en el acto.

El accidente se produjo a primera hora de la mañana del 10 de diciembre de 2015, en el casco urbano de Martos. En concreto, en el cruce existente entre las calles Apeadero y Camino de los Ayozos. En los hechos probados se relata que la acusada se puso al volante “tras haber estado toda la noche trabajando”. Estaba utilizando el teléfono móvil e hizo caso omiso a una señal de stop que regula esa intersección. La colisión con el vehículo de la víctima fue brutal. De hecho, el cuerpo de la fallecida fue desplazado al asiento del copiloto, rompió el cristal de la puerta delantera derecha y salió parcialmente del turismo. Al mismo tiempo, el coche colisionó con una farola, con la que también impactó la mujer. Murió de forma instantánea.

Inicialmente, la Fiscalía solicitaba una condena de tres años de cárcel para Natalia L., mientras que la acusación particular, ejercida por los hijos de la fallecida, solicitaba cuatro años —el máximo para este tipo de delitos—. No obstante, y pesar de las reticencias de los familiares, el caso se cerró con un acuerdo y una condena mínima: un año de cárcel y un año de retirada de carné. Antes del juicio, la compañía aseguradora de la conductora acusada ya había hecho frente al pago de la indemnización, por lo que la responsabilidad civil en este caso ya estaba satisfecha. Por ello, Natalia L. fue condenada como autora de un delito contra la seguridad vial en concurso ideal con un segundo delito de homicidio por imprudencia.

El juicio se celebró a puerta cerrada por orden de la magistrada, que no permitió acceder a los familiares de la fallecida al acto de conformidad. A la sala solo entró la acusada para reconocer los hechos y declararse culpable. Después, se marchó rápidamente de las dependencias judiciales.

Este caso llega justo en la semana en que la Dirección General de Tráfico tiene en marcha una campaña contra las distracciones al volante, que están detrás de uno de cada cuatro accidentes. De aquí al domingo, los agentes de la Guardia Civil y de varias policías locales vigilarán estas conductas peligrosas. El objetivo es concienciar a los conductores de la necesidad de mantener la máxima atención mientras están en carretera. Tráfico recuerda que tras un minuto y medio de hablar por el móvil, incluso con manos libres, se deja de percibir el 40% de las señales. Pero no solo el conductor está afectado. El uso del teléfono por parte de los peatones provoca distracción y aumenta el riesgo de atropello.