Condenada por robar joyas en casas donde limpiaba

Se le aplica una atenuante porque sufría adicción a las compras

    12 jul 2016 / 15:00 H.

    Una vecina de la capital ha aceptado una condena de siete meses de prisión por robar en varias viviendas en las que trabajaba como limpiadora. El acuerdo de conformidad, que está pendiente de ser ratificado para convertirse en firme, establece que María del Carmen C. L. se apoderó de varias piezas de oro que, posteriormente, vendió en establecimientos de compra y venta de joyas. Lo llamativo de este caso es que la defensa de la acusada ha conseguido demostrar que la mujer sufre una adicción a las compras, una circunstancia que le ha servido como atenuante y que, por lo tanto, le ha supuesto una rebaja sustancial del castigo.

    Los hechos ocurrieron entre septiembre de 2014 y mayo de 2015. Fue en ese mes cuando uno de los dueños de las alhajas denunció ante la Policía Nacional que le habían desaparecido varias piezas de valor. En concreto, habló de un crucifijo de Dalí en oro y de una cadena.

    La Comisaría abrió una investigación, que se centró en las personas que podían tener acceso a esas joyas. Pronto, las sospechas se centraron en la limpiadora. Después, los agentes visitaron los negocios en los que se compra y se vende oro. Fue, entonces, cuando comprobaron que María del Carmen C. L. había llevado a uno de ellos varias alhajas. La detuvieron como presunta autora de un delito de hurto. Después, se descubrió que también había hecho lo mismo en otra vivienda en la que trabajaba como limpiadora. De allí se llevó un colgante, una pulsera y una medalla que su propietaria guardaba en un armario.

    La acusada devolvió a sus legítimos dueños las joyas que todavía conservaba, mientras que las que no fueron recuperadas han sido pagadas por la aseguradora. También acreditó ser una adicta a las compras, lo que le ha valido como circunstancia atenuante.