Constatado: el taichí reduce el riesgo de caídas

El estudio analizó el número de caídas reportadas por los sujetos que participaron

07 sep 2017 / 10:47 H.

La práctica del taichí puede ayudar a reducir las caídas tanto en mayores y adultos de riesgo. Es la evidencia a la que han llegado investigadores de los grupos de estudio en Actividad Física, Fisioterapia y Salud, de Enfermería e Innovación en Cuidados y Salud y de Estrés Celular y Edad de la Universidad de Jaén (UJA). Sus hallazgos, publicados recientemente en la prestigiosa revista científica Journal of the American Geriatrics Society, ofrecen una manera simple y holística de prevenir lesiones.

El taichí es una antigua práctica china centrada en la flexibilidad y la coordinación de todo el cuerpo, prestando atención a promover el movimiento armonizado en el espacio. Investigaciones anteriores han demostrado que es un ejercicio eficaz para mejorar el control del equilibrio y la flexibilidad en los mayores. “Esto sugiere que la práctica podría ayudar a proteger contra las caídas, que son la causa primaria de muerte traumática en mayores y que generan una gran carga en el sistema de salud pública debido a las comorbilidades (trastornos adicionales a una enfermedad primaria) asociadas en sujetos que caen. Por lo tanto, la prevención de caídas surge como un objetivo mundial importante para las políticas de salud dirigidas a las poblaciones mayores”, explica, en un comunicado, Rafael Lomas Vega, vicedecano de Fisioterapia de la UJA y miembro del grupo de investigación de este estudio. En su investigación, el equipo de trabajo, formado por el propio Lomas; Rafael del Pino, profesor del Departamento de Enfermería; Francisco Javier Molina, de Ciencias de la Salud, y el doctorando Esteban Obrero, se realizó una revisión sistemática en la literatura médica relacionada más reciente y una integración estadística de los datos de esos estudios a través de un metanálisis. El equipo identificó 10 ensayos clínicos aleatorizados que analizaron el efecto del taichí en comparación con otros tratamientos (como la fisioterapia convencional, el ejercicio de baja intensidad, los estiramientos o el yoga) sobre el riesgo de caídas en los adultos en riesgo y en los mayores.

En concreto, se analizan el número de caídas reportadas por los sujetos del estudio. A partir de él, afirman que la práctica del taichí proporciona una reducción significativa del riesgo de caídas del 43% en comparación con la de otras intervenciones en el seguimiento a corto plazo (menos de 12 de meses) y una reducción del 13 % en el seguimiento a largo plazo (más de 12 meses). “Según estos resultados, existen evidencias de alta calidad de que el taichí reduce significativamente el riesgo de caídas y creemos que hay evidencia científica para que los profesionales de la salud recomienden su práctica en mayores”, indica Lomas.

En cuanto a las caídas perjudiciales, hubo pruebas de muy baja calidad de que el taichí reduce el riesgo en un 50% a corto plazo y en un 28% a largo. La práctica puede reducir el riesgo de caídas en casi la mitad durante el primer año de seguimiento y este efecto puede extenderse a más de un año, aunque la magnitud del efecto se reduce sustancialmente. Debido al exiguo número de estudios publicados, los investigadores reconocen que se necesitan más ensayos que investiguen los efectos del taichí sobre las caídas perjudiciales y el tiempo hasta la primera caída.