“¿Covid-19? ¡Estamos en mayo!”

El mes de la primavera más esbelta, de las flores, de la música de sevillanas, la alegría, el rebujito. Todo eso y muchas más cosas es el mes de mayo, que este año llega bajo la sombra de una pandemia que lo quiere dejar seco. Aunque, a tenor de los visto en este largo fin de semana, la fiestas de este periodo seguirán brillando gracias al poder de la tecnología —que ya no es nueva—.

La fiesta de las Cruces de Mayo ha sido un buen termómetro de lo que se avecina. Decenas de personas y colectivos han instalado en el interior de sus domicilios o sedes unas cruces que desprenden belleza por todos los costados no solo en la capital, sino también en la provincia. De hecho, hoy el Ayuntamiento de Mengíbar dará a conocer esta noche, a partir de las 21:00 horas, los premios de su concurso cuyos participantes podían enviar sus fotos hasta ayer. Una de las muchas iniciativas que han servido para mantener vivo el espíritu alegre de esta fiesta que es la apertura un crisol de fiestas a lo largo y ancho de nuestra provincia.

Andújar es otra localidad que se contagió del espíritu de las cruces de mayo pues pudieron contemplar varios balcones que tenían una cruz hecha con claves o papel de celofán, al igual que las decenas de balcones que se adornaron en Alcalá la Real a lo largo del fin semana. Por su parte, el museo de Valdepeñas de Jaén transmitió a través de sus redes sociales una elegante cruz, con muchos objetivos de otra época, instalada en el corral del Molino.

“JALEO” JIENNENSE. Los vecinos de la capital del Santo Reino también quisieron olvidar la triste noticia de la cancelación de las Cruces de Mayo, a mediados del pasado mes de abril, y han sido muchos quienes han tirado de creatividad para adornar sus patios o balcones y publicar sus fotos en la ventana virtual para insuflar de ánimos a sus paisanos.

El barrio de la Merced fue fiel a su tradición y numerosas calles y rincones han sido decoradas con mantones, imágenes de la Virgen María —mayo es el mes de la madre de Jesús— o alguna que otra silla muy flamenca. También en el barrio de San Ildefonso puede verse algún balcón con una cruz morada y un mantón de manila negro y flores. Una vista que permite animar el mayo en la capital del Santo Reino

Sin duda, una de las zonas que más ambiente ha tenido este fin de semana han sido las calles Alcalde Cancio Uribe y Carlos V. “Las cruces son una fiesta muy animada en esta zona, pero como sabíamos que no se podían celebrar decidimos hacer una cruz”, señaló María Fernández, una joven vecina de la zona que han contribuido a que su calle luzca un color diferente en estos primeros días de mayo. En estas dos calles contiguas, una cruz hecha con celofán morado ha estado suspendida en el aire con cuerdas enganchadas entre dos bloques, además de tiras de papelillos. Sus balcones también lucieron un aspecto especial con mantones de manila. “Mucha gente ha participado poniendo mantones y globos en sus balcones; ha sido tal el éxito que para el año que viene, estamos pensando pedirle permiso al alcalde para que podamos instalar en esta calle una cruz”, señala Fernández, quien añade: “Todos los vecinos nos llevamos muy bien”.

Otros quisieron dar su granito de arena recordando cruces de otros años, como lo hizo el centro cultural Lola Torres y la cruz de mayo que instaló en el patio interno. Era una cruz de madera adornada con plantas en forma de espiral, acompañada por botijos, guitarras, platos de cerámica y también, a sus pies, una imagen de la Virgen de la Cabeza. Y hermandades como la Expiración también quisieron dejar su sello con una cruz flanqueada por dos ángeles.

PROCESIONES. Otro sello característico de esta fiesta de las Cruces de Mayo son sus procesiones infantiles. Miles de niños aguardan todo el año para poder su imagen devota o una cruz sobre un paso para poder disfrutar de la Semana Santa una vez transcurrida la Semana de Pasión. Pero al igual que sucediera el pasado abril, habría que esperar hasta 2021 para redimir ese sabor amargo.

Aunque la hermandad de la Buena Muerte quiso evitar eso promoviendo un concurso de fotografías a través del cual, quien lo desee, podía enviar instantáneas de cualquier paso correspondiente a otras ediciones de la fiesta.

Tristeza por no celebrar esta colorida fiesta como manda la tradición, pero el mundo virtual ha permitido dar un sabor especial que hace subir el positivismo y la esperanza de que esta pandemia pase —porque pasará— pronto.