Declarado inocente tras pasar mil días en la cárcel

El Supremo ratifica que no hay pruebas de que Najim S. violara a una menor

22 oct 2016 / 11:38 H.

Najim S. pasó dos años y nueve meses en prisión preventiva por un delito que, según la Justicia, no cometió. Pasó mil días en la cárcel esperando un juicio y una sentencia que, finalmente, lo declaró inocente de la violación de una menor en Torredonjimeno. El 9 de diciembre de 2015, la Audiencia de Jaén estimó que no había pruebas suficientes contra él y lo absolvió con todos los pronunciamientos favorables. Ese mismo día, ordenó su inmediata liberación. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando Najim S. ha podido respirar tranquilo. La acusación particular, ejercida por la denunciante, recurrió ante el Supremo. El Alto Tribunal ha ratificado íntegramente la sentencia. “Nos estamos planteando pedir al Estado una reclamación por el tiempo que mi cliente estuvo encarcelado de forma injusta”, sostiene su letrado, Anselmo Echeverría. “Sabemos que es complicado, pero hay que estudiarlo con él”, añade. El letrado recuerda que realizaron tres intentos para sacarlo de prisión y que sus solicitudes fueron rechazadas por el Juzgado instructor y por la propia Audiencia.

Los hechos ocurrieron el 29 de septiembre de 2012. La supuesta víctima, que cuando ocurrieron los hechos tenía 16 años, relató que Najim, al que ya conocía de verlo en el pueblo, lo convenció para que fuera a su casa para ver unos teléfonos móviles. Añadió que él cerró la puerta con llave y que no la dejó marcharse de la casa. A continuación, explicó que la agarró por detrás y la violó analmente. “Me quedé bloqueada. No entendía lo que estaba pasando. Lo que sí tengo claro es que no quería que sucediera”, aclaró la chica ante el tribunal.

Najim S. siempre reconoció que, aquel día, se produjo un encuentro sexual, pero que fue consentido. De hecho, definió su relación como el de “cualquier pareja normal”. Los magistrados de la Audiencia entendieron que no existían pruebas de que el acusado empleara la fuerza o la intimidación para obligar a la adolescente a mantener sexo: “Ella pudo verse sorprendida por la penetración anal (...), pero es imposible demostrar que hiciera patente su negativa”, aseguró la sentencia de forma literal. De hecho, ella no puso de manifiesto, en ninguna de las tres declaraciones prestadas durante el procedimiento, que se resistiera. Hay que recordar que, literalmente, dijo que se quedó “bloqueada y en blanco” cuando Najim S. la cogió de los brazos y le bajó la ropa interior.

La sentencia también se apoyó en que el acusado y la denunciante ya se conocían e, incluso, mantenían una relación. Igualmente, los forenses tampoco pudieron determinar si las escoriaciones que presentaba la chica en el ano eran producto de una agresión.

La adolescente presentó la denuncia el mismo día de los hechos. Cuando la Guardia Civil fue a buscar a Najim, el joven salió corriendo. Pensó que iban a detenerlo por no tener papeles de residencia. De hecho, ni se imaginaba que su amiga lo había denunciado por violación. Fue detenido seis meses después, en marzo de 2013. Y estuvo en prisión hasta el 9 de diciembre de 2015. Pasó mil días encarcelado de forma indebida que le cambiaron su vida para siempre. “Solo quiere olvidar este episodio”, concluye su abogado.