Detenida por la muerte de su madre ocurrida en agosto

El arresto se produjo para realizarle unas pruebas de ADN, claves en el caso

19 abr 2018 / 08:12 H.

La Policía Nacional ha detenido a una vecina de la capital, de 51 años, acusada de un delito muy serio: homicidio. Se la investiga por el fallecimiento de su anciana madre, de 95 años, registrada el pasado 22 de agosto en su domicilio. Un caso que, en principio, se cerró como una muerte natural, pero que ahora se ha reabierto en virtud a algunos indicios que apuntan a la posible participación en los hechos de J. M. A. L., la hija adoptiva de la víctima. La arrestada, que ha negado cualquier implicación, quedó en libertad con cargos tras prestar declaración ante el juez Antonio Valdivia.

El cuerpo sin vida de la anciana, que vivía sola en un céntrico piso de la capital jiennense, fue hallado el 23 de agosto. Estaba tumbada en el suelo, prácticamente en el umbral de la puerta, y con la cabeza apoyada en el soporte de un paragüero, tal y como explican las fuentes consultadas. El hallazgo se produjo después de que las cuidadoras de la mujer alertaran a la familia de que no podían localizarla.

Los forenses del Instituto de Medicina Legal realizaron la autopsia del cadáver y determinaron que la muerte pudo deberse a causas naturales. En concreto, la hipótesis que se barajó es que la mujer pudo sufrir un ictus, lo que hizo que cayera al suelo y se golpeara en la cabeza. No había signos de violencia, ni otro tipo de lesiones. Tampoco había nada revuelto en la casa.

De este manera, la causa judicial que se abrió en su momento por el Juzgado de Instrucción número 4 fue archivada. Sin embargo, había una pieza que no encajaba. La puerta de la vivienda en la que residía la fallecida estaba cerrada con llave, algo que solo se puede hacer desde el exterior. Eso indica la presencia de otra persona en el domicilio. Además, tampoco se halló el juego de llaves que normalmente utilizaba la anciana.

Unos dos meses después de la muerte, se produjo otro hecho significativo: la hija de la fallecida entró en el domicilio para recoger unos enseres personales. En principio, podría parecer una cosa normal. Sin embargo, no lo es. ¿Por qué? J. M. A. L. no tenía buena relación con su madre adoptiva, tal y como confirman fuentes cercanas a la investigación. De hecho, la anciana había cambiado la cerradura del domicilio y su hija no tenía copia. Por lo tanto, no podía entrar.

El tercer indicio que centró las sospechas en esta mujer surgió cuando llegó una ampliación de la autopsia. Por protocolo en estos casos de muertes, la Policía siempre recoge muestras del cadáver y del escenario. Los resultados reflejaron que la víctima tenía restos de piel bajo las uñas de su mano.

Eso hizo que el Juzgado de Instrucción número 4 ordenara la reapertura del caso. Fue el pasado 12 de marzo. Desde entonces, los investigadores repasaron los movimientos de la mujer, que no ofreció una coartada sólida sobre lo que hizo la noche en que murió su madre adoptiva y tampoco pudo explicar cómo pudo acceder a la vivienda si no contaba con llave. Eso sí, dijo que llevaba meses sin ver a su progenitora y negó cualquier relación con los hechos.

Para la Policía, esos indicios fueron suficientes para su arresto por un supuesto delito de homicidio. J. M. A. L. fue requerida para que entregara una muestra de ADN, que aportó voluntariamente. El objetivo es comprobar si los restos biológicos hallados en las uñas de su madre le pertenecen. Mientras se conocen los resultados de ese cotejo, el juez de guardia decidió dejarla en libertad con cargos, con la obligación de comparecer cada quince días ante la autoridad judicial.