Detenida por robar joyas valoradas en casi 74.000 euros

Presuntamente, desvalijó tres casas donde trabajaba como limpiadora

17 may 2018 / 08:20 H.

Desde hace meses, un matrimonio de ancianos de la capital llevaba echando en falta varias joyas que tenía guardadas en su vivienda. Piezas de gran valor económico y sentimental. En un primer momento, pensaban que no se acordaban dónde las habían puesto y que, incluso, habían llegado a extraviarlas. Sin embargo, las misteriosas “desapariciones” se repitieron. Las víctimas tenían una sospechosa: la mujer que tenía contratada para realizar las labores domésticas, ya que las sustracciones habían sido cometidas sin forzar ni romper nada en la casa. Así que decidieron ponerle una trampa. Le colocaron un sobre con una determinada cantidad de dinero encima de una mesita del dormitorio y la dejaron sola en la vivienda. Cuando volvieron al domicilio, faltaban 50 euros. Había picado el anzuelo, lo que confirmó todas las sospechas sobre ella.

La pareja presentó una denuncia en la Comisaría por estos hechos y los agentes procedieron a la detención de la mujer, identificada como Manuela M. E., nacida en el año 1969 y con un arresto anterior por un delito de receptación en el año 2014. Las investigaciones posteriores pusieron al descubierto que no era el único robo que, presuntamente, había cometido. La detenida también limpiaba en otras casas que, al parecer, también desvalijó. Una de ellas pertenecía a unos familiares del matrimonio de ancianos. Según explican las fuentes consultadas, la mujer había ido sustrayendo joyas desde hace varios años en varios domicilios en los que trabajaba, alhajas que posteriormente vendía en los establecimientos de venta de oro de la capital. Ese fue el rastro que ha permitido a los investigadores del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) reunir numerosas pruebas contra ella.

Y es que la normativa obliga a estos negocios a fotografiar las piezas que llevan los particulares y a identificar a los vendedores mediante su documento nacional de identidad. Cuando los agentes acudieron a estos locales, comprobaron que en los registros y bases de datos figuraban numerosas operaciones efectuadas por Manuela M. E. y por las que había recibido una cantidad más que notable: unos 74.000 euros: había relojes de oro, collares, pulseras, gargantillas, alfileres... Hay que tener en cuenta que estos negocios pagan las piezas por debajo de su valor real para poder conseguir un beneficio. Las víctimas reconocieron como suyas muchas de las joyas reflejadas en las imágenes. Ninguna ha podido ser recuperada por el momento, tal y como explican las fuentes consultadas.

La mujer pasó la noche en los calabozos de la Comisaría, acusada de tres delitos de hurto —uno por cada uno de los domicilios que, presuntamente, desvalijó—. En principio, también se le podría atribuir la agravante de abuso de confianza, ya que llevaba mucho tiempo trabajando para las víctimas. Ayer por la tarde, fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén, en funciones de guardia durante esta semana. Su titular, el magistrado Miguel Sánchez-Gasca, decretó su puesta en libertad con cargos, a la espera de juicio. La obliga a comparecer cada quince días en sede judicial. La mujer reconoció los hechos de forma parcial, tal y como explican las fuentes consultadas.