Detenido otra vez por vender “objetos fantasma” en internet

Jesús C. B., un vecino de Alcaudete, suma 47 arrestos por hechos similares

20 oct 2017 / 10:35 H.

La hoja de antecedentes policiales de Jesús C. B. suma una nueva reseña. Este vecino de Alcaudete, de 26 años, es considerado por los Cuerpos de Seguridad del Estado como uno de los presuntos estafadores cibernéticos más activos de los últimos meses. No en vano, acumula 47 arrestos en los dos últimos años, casi todos por supuestos engaños perpetrados a través de internet. Se le imputan decenas de fraudes por la venta de “aparatos fantasma” a través de páginas webs, unos objetos que, posteriormente, no entregaba. El último, y por el que acaba de volver a ser detenido, tuvo como víctima a un ciudadano de Zaragoza. Presuntamente, Jesús C. B. le vendió un televisor, valorado en 589 euros. El comprador hizo el ingreso en una cuenta corriente que estaba a nombre de este vecino de Alcaudete. Después de muchas semanas esperando, no recibió nada de nada. Así que acudió a la Comisaría y presentó una denuncia.

Los agentes abrieron una investigación y detectaron que el presunto autor de los hechos era Jesús C. B. Al profundizar en las pesquisas, comprobaron que constaban más denuncias por hechos similares presentadas en Segovia, Ávila, Zamora, Alicante y San Juan de Aznalfarache, en la provincia de Sevilla. El autor era el mismo. Así que la Policía de Jaén lo localizó y le pidió que se presentara en la Comisaría. Así lo hizo Jesús C. B. que, una vez en dependencias policiales, fue arrestado. Cuando los funcionarios comprobaron su ficha, vieron que le constaban dos reclamaciones en vigor, dictadas por juzgados de Logroño y La Coruña.

Este vecino de Alcaudete fue detenido hace ahora un año. Entonces, se le imputaron 36 estafas perpetradas por todo el territorio nacional y con el mismo “modus operandi”. Según la Policía, creaba las páginas con datos falsos para la venta de productos como televisores, consolas, decodificadores, cámaras y ordenadores portátiles. Para confirmar la compra, el estafador facilitaba dos medios de pago, mediante transferencia a una cuenta bancaria —diferente en cada web— o a través de una plataforma de pago seguro. No obstante, esta última opción se encontraba permanentemente deshabilitada. El comprador siempre se quedaba esperando la mercancía que había adquirido y pagado por adelantado.