Detenido por vender drogas y dejar a sus hijos “abandonados”

Los menores viven en condiciones inhumanas “en una casa de los horrores”

22 mar 2018 / 08:48 H.

Asmed A. G., un colombiano residente en la capital y en situación irregular en España, ha pasado su segunda noche en los calabozos de la Comisaría. Fue detenido por miembros de la Brigada de Estupefacientes el pasado martes por la noche. Lo cogieron con 22 gramos de cocaína tras haber hecho “un pase” en plena calle, en Peñamefécit. La Policía pidió al juez de guardia una orden de entrada y registro para comprobar si tenía más droga guardada en su vivienda. Y lo que los agentes hallaron fue “una casa de los horrores”, donde los hijos pequeños de Asmed A. G. viven abandonados y en condiciones infrahumanas. “Nunca he visto una cosa así. Es infame”, afirma uno de los componentes de la comisión judicial que participó en el registro. Había basura y suciedad por todas las dependencias del domicilio. “Así no viven ni los animales”, añade un policía con muchos años de experiencia. Además, hay constancia de que los menores, que tienen 13 y 8 años, no están escolarizados y que apenas han comido en las últimas horas.

En principio, la Policía solo acusa a Asmed A. G. de un delito contra la salud pública. No obstante, se ha dado cuenta a la Fiscalía de la situación en la que vive la familia para que tome cartas en el asunto. También se ha comunicado el caso a la Delegación de Bienestar Social de la Junta de Andalucía.

La investigación policial comenzó hace varios días cuando varios vecinos alertaron de la existencia de un punto negro de venta de estupefacientes en Peñamefécit. Los agentes comenzaron una investigación. Las pesquisas se centraron en Asmed A. G., un colombiano con antecedentes por hechos similares. El hombre fue sometido a un discreto seguimiento. Una vigilancia que no tardó en dar resultado. La Policía Nacional comprobó que estaba de nuevo en el negocio. Pero es que, además, vieron que sus hijos no iban al colegio, se encontraban muy sucios y desatendidos.

La operación “explotó” el pasado martes por la noche. Una de las patrullas vio a Asmed A. G. realizando movimientos sospechosos en la calle. Un coche se le acercó y el ahora detenido hizo un intercambio con el conductor del vehículo que, inmediatamente, se marchó. En ese momento, los agentes procedieron a su arresto. En un primer cacheo de seguridad, llevaba 22 gramos de cocaína. Él mismo hizo entrega de una balanza de precisión.

El juez de guardia, Miguel Sánchez-Gasca, concedió la orden de entrada y registro, motivada por el asunto de la droga, pero, también, por la situación de los menores. Cuando los agentes entraron en la casa confirmaron sus peores sospechas. En ese momento, ni los niños ni la madre estaban en el domicilio. “La casa es peor que un estercolero”, asegura uno de los policías, de forma muy gráfica. En la inspección de la casa, no se encontraron más sustancias. Tan solo una especie de plástico como el que se utiliza para embolsar las dosis y una herramienta con restos de una sustancia blanquecina, que podría ser cocaína.

En principio, está previsto que Asmed A. G. pase mañana a disposición judicial. Únicamente se le imputa un delito contra la salud pública. La Comisaría ha dado cuenta a la Fiscalía de Menores para que investigue la posible existencia de un delito de abandono de familia.