Dos de los detenidos por la batalla de la Estación entran en la cárcel

Los encarcelados por orden del juez son el líder del clan y uno de sus hijos

01 may 2018 / 10:23 H.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Linares ordenó a última hora de anoche el ingreso en prisión preventiva y sin fianza de dos de los siete detenidos por la batalla campal de la Estación de Linares-Baeza, registrada el pasado sábado por la noche. Los encarcelados por orden del juez son Josué A. U., alias “El Pechugas”, considerado el principal cabecilla del clan de “Los Alicantinos”, y Antonio A. G., uno de sus hijos mayores. Para los otros cinco implicados en los hechos, la Fiscalía solicitó que no pudieran entrar en Linares, una petición que fue atendida por su señoría. Todos están acusados de delitos de atentados y lesiones, aunque inicialmente la Policía también les había acusado de tentativa de homicidio y de pertenencia a organización criminal.

El magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de Linares decidió no agotar el plazo legal de 72 horas y ordenó que le llevaran a los siete detenidos por la “batalla campal” de la Estación Linares-Baeza. El traslado se hizo entre impresionantes medidas de seguridad para evitar que se produjeran nuevos altercados. Y es que más de cien personas se arremolinaron a la puerta de los juzgados linarenses, que tuvieron que ser acordonados.

A última hora de la mañana, la Policía había terminado los correspondientes atestados, en los que se diferenciaban los dos episodios registrados durante la noche del sábado y la madrugada del domingo. El primero ocurrió en la calle Vista Alegre, todavía en la pedanía ferroviaria y acabó con tres detenidos: Josué A. U., alias “El Pechugas” —considerado el jefe del clan—, su hijo Manuel A. G., de 18 años recién cumplidos, y su sobrino Javier A. P. El segundo episodio se registró horas después en el Hospital San Agustín cuando, presuntamente, numerosos miembros de “Los Alicantinos” intentaron entrar por las bravas al centro sanitario. Según la Policía, el objetivo era liberar a su líder, que estaba siendo atendido en el interior por las heridas que sufrió durante el enfrentamiento con los policías nacionales. Los agentes, apoyados ya por un amplio despliegue de la Guardia Civil, pudieron repeler el asalto. Entonces, fueron arrestados otros cuatro hombres, todos familiares directos de “El Pechugas”: su hermanos Valentín —con antecedentes policiales por homicidio— y Jonathan, su hijo Antonio y su cuñado Francisco M. A., alias “El Cabrito”.

Miembros del clan de “Los Alicantinos” hablan de un caso de “brutalidad policial”, por el que resultaron heridas varias personas, entre ellos una anciana de 70 años que tuvo que ser hospitalizada. La versión oficial de la Comisaría sostiene que lo que se produjo el sábado por la noche en la calle Vista Alegre fue “una emboscada”, en la que se pretendía hacer el “mayor daño posible” a los agentes. Los hechos ocurrieron sobre las once de la noche. Tres patrullas de la Policía Nacional estaban a punto de establecer un control rutinario en esa zona, considerado uno de los mayores supermercados de la droga de la provincia. En ese momento, pasó un vehículo de alta gama a más velocidad de lo normal. Iba conducido por “El Pechugas”. En los atestados se recoge que no respetó una señal de ceda el paso, por lo que una de las patrullas lo siguió. En un momento dado, el coche se detuvo y de su interior se bajó el conductor, que comenzó a increpar y a insultar a los agentes de uniforme. Enseguida, se presentó en el lugar otro coche. Se puso detrás del “zeta” y lo encajonó. A partir de ese momento, los agentes se vieron rodeados. Llegaron dos vehículos más de una calle adyacente y numerosos vecinos salieron de sus casas para participar en la reyerta. Volaron piedras, hubo palos, recibieron puñetazos y patadas... Los funcionarios tuvieron que hacer uso de sus armas reglamentarias y realizar varios disparos intimidatorios al aire. Finalmente, cuatro policías resultaron heridos de diversa consideración, aunque ya se encuentran todos en sus casas, tal y como informó ayer el propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

Está previsto que el director general de la Policía, Germán López, acuda mañana a Linares para evaluar la situación. Y es que las aguas siguen muy revueltas en Linares-Baeza. La de ayer fue una jornada de mucha tensión, a pesar del amplísimo dispositivo de seguridad desplazado hasta la pedanía que, literalmente, estuvo ayer blindada. Fuentes de la Comisaría aseguran que la investigación por los sucesos del sábado por la noche no está, ni mucho menos, terminada y que no se descartan nuevas detenciones de personas que participaron en el “linchamiento” de los policías. No obstante, se considera que los protagonistas principales están ya entre rejas, al menos de forma preventiva.

Los sindicatos policiales se unen para reclamar al Gobierno los refuerzos prometidos

Los tres sindicatos policiales mayoritarios en la Comisaría de Jaén se unen para reclamar al Gobierno que lleguen refuerzos de forma inmediata para garantizar la seguridad ciudadana y de las propias plantillas de funcionarios. En un comunicado conjunto a raíz de las lesiones sufridas por cuatro policías en un enfrentamiento con miembros del clan de “Los Alicantinos”, estas organizaciones muestran su “descontento y malestar” con el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, quien prometió hace un año la llegada de 15 a 20 nuevos agentes, sin que se haya incorporado ni un solo policía. El Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Unión Federal de Policía (UFP) y la Confederación Española de Policía (CEP) hacen un frente común y reclaman la creación de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) en la provincia de Jaén. Se trata de un grupo de especialistas en seguridad y operaciones, una especie de antidisturbios que darían cobertura operativa a las distintas comisarías. Los sindicatos policiales consideran que podría dar un gran resultado en Jaén, “debido a los numerosos puntos negros repartidos por las distintas ciudades”: “Supondría un rápido apoyo a la prevención, el mantenimiento y, en su caso, restablecimiento del orden público y la seguridad ciudadana”, aseguran en un comunicado. Al hilo, ponen de manifiesto los graves incidentes registrados esta semana, como el episodio violento de Linares-Baeza o el tiroteo de la capital.

Las organizaciones recuerdan que mantuvieron una reunión en febrero con la actual subdelegada del Gobierno, Francisca Molina, para poner de manifiesto la falta de policías en la provincia.