El calor otorga una tregua temporal al mar de olivos

Aemet baja el riesgo de naranja a amarillo de hoy a mañana

19 jun 2017 / 10:20 H.

La ola de calor remite, o al menos en apariencia. Según la Agencia Estatal de Meteorología, el comienzo de la nueva semana está marcado por el cambio de la alerta naranja a la amarilla. Los termómetros dejan de marcar más de 40 grados bajo el sol para mantenerse a un par de números del peligro. El fin de semana estuvo plagado de actividades que sacaron a la calle a cientos y miles de jiennenses que, a pesar de las altas temperaturas, no se dejaron amedrentar y cumplieron con sus compromisos, eso sí, con una gran botella de agua bajo el brazo.

Andújar volvió a ser, ayer, uno de los municipios que con más violencia sufrió los efectos de la llamada ola de calor. El mercurio marcó la máxima de 42 grados, con la mínima en 21. Los municipios de Linares y Cazorla apenas llegaron a los 40 y los termómetros marcaron 39 y 38, respectivamente, con una sensación térmica por encima de lo establecido como los niveles apropiados para la salud. Por su parte, Alcalá la Real se mantuvo con unos registros más suaves y máximas de 35. Jaén, por su situación geográfica, alcanzó lo 37 grados y sus mínimas fueron de las más altas de la provincia, de 28 grados. Los vientos fueron flojos en la provincia y propiciaron una suave brisa, sobre todo a primera hora de la mañana. Sin embargo, el cielo mostró alguna nube dispersa que propició una subida del mercurio a causa del “efecto invernadero”.

El día de hoy se prevé ligeramente más agradable, al menos en comparación con las intensas horas de calor asfixiante que afectaron a todo el mar de olivos. Andújar sigue con los registros más altos de la provincia y máximas de 41. Cazorla y Alcalá la Real, sin embargo, notan el descenso de una manera más radical y sus termómetros caen hasta 32 y 34 grados. Al ser este dato la máxima, la temperatura media refleja una caída más intensa. De todas formas, las nubes en varios puntos de la provincia vuelven a favorecer el aumento de la sensación térmica en los ciudadanos. La alerta amarilla se implanta desde las 12 del mediodía hasta las 8 de la tarde, sobre todo en el valle del Guadalquivir, con máximas que rozan los 40 grados centígrados.

Las tormentas vuelven a tomar los cielos y caen en el mar de olivos, previsiblemente, entre las 3 y las 5 de la tarde, con un 90 por ciento de probabilidad de precipitación en la capital. A una semana de dar comienzo el verano de forma oficial con la celebración del solsticio, los termómetros no caerán de los 35 grados, por lo que es probable que más adelante se vuelva a activar la alerta amarilla, incluso naranja, a lo largo del mes de julio. Habrá que esperar a ver cómo evolucionan los días.

El cabañuelista Alfonso Cuenca prevé días calurosos y noches “más frescas”

Según el pronóstico elaborado por el cabañuelista quesadeño Alfonso Cuenca, las previsiones que dio a conocer a finales de verano del año pasado se confirman. Aunque en sus datos no aparecía una ola de calor como tal, sí que se indicaba una subida de las temperaturas hasta los 35 grados a partir de la segunda quincena del mes de junio. De hecho, en su predicción se mostraba que desde el 15 al 23 habría nubosidad con tormentas intensas y locales, que precisamente fue lo que ocurrió tanto en la capital como en varios municipios de la provincia.

El inicio del verano, según Cuenca, será con unas máximas similares a las que se ha vivido recientemente. El termómetro apenas dará tregua a los jiennenses y augura posibles chubascos, en momentos puntuales, que servirán para bajar el polvo en el ambiente y refrescar, aunque sea de manera superflua, las calles asfaltadas del mar de olivos.

El cabañuelista comenta que los próximos meses no serán muy diferentes a los veranos a los que se viven habitualmente en la zona sur del país. Las temperaturas subirán ocasionalmente de los 35 grados hasta los 40 y rozarán los límites varias veces a la semana. Sin embargo, las noches serán más calmadas y “salir al fresco” retomará su significado, pues la temperatura media en las horas nocturnas rondará los veinte grados y darán una oportunidad a los jiennenses de respirar adecuadamente. Cuenca baraja el cambio climático como una de las razones de los repentinos cambios bruscos de temperatura, y que la naturaleza “se adapta a lo que se le está haciendo”. Los chubascos regresarán a la provincia la primera quincena de agosto y el verano concluirá con sus más de 35 grados.