El extesorero del Linares sale absuelto del delito societario

La Audiencia estima que no manipuló las cuentas del club para quedarse dinero

18 oct 2018 / 09:06 H.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha absuelto a Antonio Z. M., el que fuera tesorero del Linares Deportivo entre junio de 2011 y noviembre de 2015, del delito societario por el que se sentó en el banquillo de los acusados. La Fiscalía sostuvo en el juicio que manipuló las cuentas del club para generar un perjuicio económico de 37.747 euros en las arcas de la entidad. De hecho, el Ministerio Público llegó a pedir dos años y medio de prisión, mientras que la acusación particular, ejercida por el propio club solicitó 17 años de cárcel. Ahora, la Justicia ha determinado que Antonio Z. M. no cometió delito alguno y lo exculpa con todos los pronunciamientos favorables: “Es lo que siempre hemos defendido. La anterior directiva presentó la denuncia contra mi cliente en base a una rendición de cuentas parcial y que no estaba bien fundamentada”, explicó el abogado defensor, Manuel García Fernández.

“Nunca me he llevado ni un céntimo del Linares”, aseguró el extesorero del club azulillo ante el tribunal que lo juzgó el pasado 2 de octubre por un delito societario. Entre lágrimas, el exdirectivo llegó a decir: “Nunca se me pasó por la cabeza llevarme dinero del Linares (...) porque es una de las cosas que más he amado en la vida y por la que sería capaz de darlo todo”. La estrategia de defensa se basó, fundamentalmente, en sembrar las dudas sobre la falta de rigurosidad con la que se llevaban las cuentas en el club. De hecho, el antiguo tesorero del Linares reconoció que carecía de formación contable y que sus estudios se limitaban al graduado escolar: “Yo hacía la contabilidad que me enseñaron a hacer”, dijo para referirse a la confianza que había entre “el grupo de amigos” que conformaba la directiva. En este sentido, aseguró que cuando el equipo ascendió a Segunda B pidió que se contratara a un profesional. También reclamó realizar una auditoría debido a los desajustes que se produjeron en los balances provisionales por “la vorágine” que supuso llegar a la División de Bronce: “Los ingresos se multiplicaron por cinco”. El extesorero explicó que, además de la llave de la caja que él manejaba, en el club había una segunda copia para cuando se necesitara, por lo que más personas tenían acceso al dinero. También alegó problemas con el programa informático. Asimismo, especificó que cuando manifestó a la directiva que pondría 30.000 euros de su bolsillo, una vez que se detectó el desfase contable, lo hizo bajo presión, con la intención de recuperarlos una vez que se realizara la auditoría y nunca autoculpándose del delito por el que es juzgado. Sus argumentos han convencido al tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia, que lo ha exculpado de todos los cargos. También ha sido absuelto la esposa de Antonio Z. M., contra la que únicamente presentó cargos la acusación particular.