El maltrato animal, aún muy presente en la población

La Asociación Huella de Jaén encuentra a un cachorro con heridas de un atropello de hace varios días

21 ene 2019 / 12:03 H.

Con la pata “colgando”. Así anunciaron desde la Asociación Huella de Jaén que encontraron a un perro de menos de un año en la carretera. Su presidente, Pedro Espino, sostiene que el maltrato animal aún no ha desaparecido de la población jiennense y que esto se agrava con el aumento de los abandonos.

Solo unos meses de vida y este cachorro de bretón ya tuvo que enfrentarse a la crueldad del abandono, a un atropello y a la indiferencia. Pedro Espino asegura que hay muchos casos como este y que son aún más frecuentes los casos cuando se tratan de razas usadas históricamente para la caza. “Son muy frecuentes los casos de perros usados para la caza que son abandonados y que presentan síntomas de haber sido maltratados. Hace unos días, recogí a una galga que tenía el cuello rajado. Probablemente, fue porque le quisieron quitar el microchip. Le hemos puesto Venus y ella también es un caso claro de maltrato animal”, expone. Sobre el perro que encontraron ayer en Jaén, Espino comenta que lo más probable es que lo probasen para la cacería y, al ver que no servía, lo abandonaron. Con tal mala suerte que, además, fue atropellado. “Llevaba varios días atropellados y tiene la pata muy mal. Ayer lo llevamos al veterinario, le hicieron radiografías y se determinó que fue un atropello. Ahora está con calmantes para el dolor y se busca una casa de acogida donde lo puedan cuidar, así como una madrina”, manifiesta.

El presidente de “Huella de Jaén” sostiene que este cachorro, al llevar varios días herido y sin ningún auxilio, sufrió de “maltrato indirecto”. “Hay una gran indiferencia por parte de la población. No puede ser que se atropelle a un animal y, en lugar de llevarlo al veterinario, se le deje tirado en la carretera, en la cuneta. Esto también es un síntoma de maltrato”, asegura. En positivo, Pedro Espino declara que la población más joven parece estar más concienciada sobre la lacra del maltrato animal, aunque sostiene que todavía “se necesita un repulso, porque se sigue maltratando”. Con ello, recuerda el suceso acaecido en Baeza el pasado jueves, donde se encontró a una galga muerta entre los cubos de la basura del polígono. El animal no tenía microchip y pesaba 8 kilos, cuando un perro de esa raza debería de pesar 20. Además, el cuerpo del animal presentaba múltiple heridas. La “Asociación TARA”, protectora de animales del mismo municipio, denunció este hecho en sus redes sociales, donde publicaron: “Qué pena, qué desilusión de humanidad y qué impotencia que no exista un sistema político competente que de dignidad a estos animales”.

A este respecto también se suma Pedro Espino, quien sostiene que las leyes de protección animal “son muy flojas e injustas”. “Falta concienciación y una verdadera implicación por parte de las autoridades. Las leyes son muy suaves contra el maltrato y las multas que se ponen a los maltratadores deberían de ser más fuertes. Además, se debería prohibir que estas personas pueda volver a tener algún animal a su cuidado”, dice.