El Patrimonio mantendrá su volumen para guardar aceite

La Fundación reinvertirá los ingresos si logra cerrar alguna venta

20 jul 2017 / 11:14 H.

El Patrimonio Comunal Olivarero sí se plantea alguna venta de sus almacenes, pero siempre que se garantice el volumen de almacenamiento, es decir, si se produjera alguna operación —tiene que aprobarla el patronato—, el dinero se reinvertiría en otros depósitos y en modernizar los centros que acumulan buena parte del volumen de aceite de oliva. De esta manera, se quiere dejar claro que no existe estrategia alguna para privatizar los almacenes ni para reducir el volumen de almacenamiento de un sistema que gestaron —hace medio siglo—, los agricultores españoles y que se concentró en Andalucía Oriental, sobre todo, en la provincia jiennense.

Cristóbal Gallego es patrono de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero (PCO). Acude como representante de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, una entidad de la que es vicepresidente y máximo responsable del sector del aceite de oliva. “No existe movimiento alguno para privatizar el Patrimonio, pero sí tenemos que adaptarlo a los nuevos tiempos. Sería una irresponsabilidad por nuestra parte si no conseguimos almacenes con las máximas garantías para almacenar, ya que entonces las empresas buscarían otros lugares para guardar el producto”, señala. Además, argumenta: “Queremos mantener el volumen actual para guardar el aceite de oliva, ya que nos tiene que servir en el caso de lograr algún mecanismo de intervención para evitar los dientes de sierra en la cotización del producto o para cuando lleguen campañas abundantes de aceite de oliva”.

En Venta. Actualmente, la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero no cuenta con los almacenes de Linares y de Lucena. Están completamente cerrados, por lo que para ellos sí que existe una clara disposición para escuchar ofertas de compra. Se considera que tienen poca capacidad y que se han quedado tremendamente obsoletos. No obstante, si se cerrara alguna operación, la Fundación destinaría el dinero a mejorar o ampliar el resto. De hecho, actualmente existen cuatro centros abiertos, que son a los que se puede llevar el aceite de oliva para guardarlo. Son los de Espeluy, Atarfe, Montoro y Puente Genil. El resto se encuentran en reserva (solo se abre si llega producto). Son los de Baena, Antequera, Mora, Martos, Villafranca, Pinto, Beas de Segura, Marchena y Atarfe.

Precisamente, la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero ha creado una comisión de trabajo que pretende analizar los recursos y disponibles y proyectar el futuro de esta red de almacenamiento, que siempre ha sido clave para guardar el producto. No obstante, las inversiones de cooperativas, almazaras y envasadores para multiplicar la capacidad de sus bodegas ha mermado sus ingresos, ya que algunas empresas prefieren tener el producto en sus propias instalaciones que llevarlo al Patrimonio y pagar un alquiler.

Por otro lado, la Fundación vive una situación algo inusual que también complica su funcionamiento. A pesar de contar con forma de patronato, no recibe dinero de ninguno de los patronos, sino que los miles de euros que destina para impulsar la investigación y la promoción del aceite de oliva salen de las cuotas que cobra por guardar el aceite. Y como tiene que destinar un porcentaje fijo —alrededor del 70%—, puede afrontar su actividad sin problema durante los años en los que obtiene beneficios. Sin embargo, cuando se “sumerge” en números rojos, no puede compensar las pérdidas con los ingresos de los ejercicios anteriores porque la normativa le obliga a destinar el mismo tanto por ciento a la actividad benéfica y social. Por el momento, la comisión de trabajo revisa la manera de mejorar el almacenamiento y desprenderse de los centros que no les sirven. Por otro lado, Cristóbal Gallego entiende que una reestructuración afecta también a los trabajadores, pero insiste en que se ha hecho de manera negociada y que, salvo alguna excepción, nadie ha planteado problema alguno respecto a las medidas adoptadas.