El terror se apodera de los barrios

Las tradiciones más populares de la festividad de Todos los Santos dejaron, a las puertas del fin de semana, paso a las que llegan de la cultura estadounidense. Así, los disfraces, las calabazas y el soniquete del “truco o trato” de los más pequeños llegaron hasta diferentes barrios de la ciudad. También los pasajes del terror, tan de moda a principios de los años noventa del siglo pasado, que a partir del nuevo milenio retomaron protagonismo vinculados a la celebración de Halloween.

Ese fue el caso de la Asociación de Vecinos Mirador de la Sierra, La Manseguilla, que por quinto año consecutivo organizó el “terrorífico túnel del terror” que este año simuló un hospital loco. “Los chiquillos, cuando entraron, se encontraron en primer lugar con una sala de espera con mutilados, a la que seguía otra estancia que simulaba un quirófano donde se desarrollaba una operación y otra de partos. También teníamos un cementerio y una sala de tortura, con una silla eléctrica, y una hoguera. Y entre gritos y risas se lo pasaron genial”, explicó el presidente de la asociación vecinal, Juan Francisco Molina. Como en ediciones anteriores, desde que el pasaje del terror abrió sus puertas tuvieron la visita de más de medio centenar de pequeños y sus acompañantes.

Aquellos que “sobrevivieron” al túnel desfilaron por un pasacalles que recorrió el barrio, donde grandes y pequeños, bajo el ritual americano del “trick or treat”, visitaron a los vecinos planteándoles la opción de elegir entre truto o trato. Con una merienda-cena y gran cantidad de golosinas concluyó la terrorífica jornada.

También la Asociación de Vecinos del Valle cumplió con la tradición de organizar el pasaje del terror inspirado este año, afirmó Juan Antonio Gómez, colaborador del colectivo, en la película de terror “La Monja”. “Lo titulamos Conventus, y contamos con huérfanos, un cementerio, una capilla y unas catacumbas de un convento como escenarios”, indicó Gómez, que recordó que se trata de una iniciativa dirigida para todos los públicos, que de nuevo abrirá sus puertas esta tarde, a las 20:30 horas. “Llevamos cuatro años organizando la actividad, y la acogida es tremenda. De hecho, casi 500 personas pasaron entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre”, recordó. Un mes de preparativos que dan sus frutos, puesto que la satisfacción entre los actores jóvenes del barrio que participan en la iniciativa es total: “Siempre procuramos trabajar ideas diferentes, y de hecho el año pasado lo inspiramos en un sanatorio. Y eso es lo que llama la atención, el vestuario y el atrezo, que es de lo más original”.