El tráfico se ralentizará en la ciudad para evitar atentados

La amenaza terrorista deja la peatonalización en segundo plano

12 sep 2017 / 10:29 H.

El atentado del pasado 17 de agosto en La Rambla de Barcelona no solo acabó con las vidas de 16 personas, sembrando el pánico en el principal destino turístico del país y haciendo estallar los entornos familiares de los terroristas, supuestamente ajenos a la radicalización de los jóvenes. El atentado del pasado 17 de agosto en La Rambla de Barcelona acercó a estas latitudes el terror, tantas veces contemplado con asombro y consternación a través de la televisión, que previamente había sacudido París, Niza, Londres o Bruselas. “El riesgo cero no existe”, vino a decir el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz. Y, porque el peligro —según las autoridades del país— es real, sin abandonar el proceso de peatonalización del centro, el atentado obliga a replantear la situación y a priorizar la seguridad en el conjunto de la ciudad.

“Independientemente de que las medidas ya se dirán el día de mañana, evidentemente va a haber una ralentización del tráfico en toda la ciudad —adelantó el alcalde—. Es un mensaje que quiero dejar muy claro y la gente lo tiene que entender: el vehículo es un arma”. A preguntas de los periodistas, Javier Márquez argumentó: “Antiguamente, pensábamos en la peatonalización, pero, ahora, hay que delimitar sitios en los que los vehículos puedan alcanzar determinada velocidad, porque los vehículos son un arma y hay que preservar zonas donde haya una masificación de gente y esto no quiere decir que sea solo el centro de Jaén”.

Las grandes avenidas en las que los vehículos pueden alcanzar velocidades elevadas son un peligro en potencia. Por eso, aunque sin especificar medidas, por precaución, sí aseguró: “Habrá zonas de Jaén con más presencia policial, como la zona Norte, etcétera”. Se delimitará el tráfico en el centro y allí donde se produzcan masificaciones de gente. “Y no solo hay que esperar a que sean eventos, como una feria [la de San Lucas está a la vuelta de la esquina y, precisamente, hoy, se reúne la junta local de seguridad para abordar las medidas pertinentes]”, indicó Márquez, que añadió, aclarador: “Estamos hablando del día a día”. Los cambios que se acuerden se ejecutarán en coordinación con el Ministerio de Interior y, “seguidamente” —apuntó el regidor—: “Cogeremos y empezaremos con los cambios que estaban produciéndose, porque aquí [en alusión al centro de la ciudad], se estaba delimitando el tráfico y hay que limitar esos riesgos, pero hay otras zonas de Jaén donde se puede tomar mucha velocidad y hay que tomar las medidas oportunas”.

“antes de final de año”. Aunque, de acuerdo con las órdenes ministeriales, la prioridad ahora es establecer las medidas oportunas que garanticen la seguridad de la población frente a la amenaza terrorista, el alcalde aseguró que los cambios que están vinculados a la peatonalización del centro se habrán producido “antes de final de año”. En este sentido, afirmó que el proyecto “está muy avanzado” y que “todo va con las fechas y plazos previstos”. “Ahora mismo, la policía está señalizando el tránsito de los vehículos y, en el verano, se hicieron dos obras que terminaron en el plazo previsto, en Madre Soledad Torres Acosta y Doctor Eduardo Arroyo, para que los autobuses puedan dar la vuelta”.

Una vez que la Policía Local tenga “prefijadas las señales de tráfico”, el alcalde avanzó que se dará “un tiempo para anunciar los cambios”.

“El vehículo no será el primer instrumento para desplazarse”

Para cambiar hábitos es necesario hacer pedagogía. El portavoz de Jaén en Común (JeC), Manuel Montejo, se lo recordó al alcalde en un pleno y Javier Márquez trata de hacerlo cada vez que se le pregunta por la peatonalización del centro. Esta —dijo ayer—: “No impide el tránsito de coches. El que tenga que pasar por esta zona, sea residente o no, podrá hacerlo”. De lo que se trata —repitió— es de “evitar que personas pasen con el coche de forma gratuita por el centro”. “En cierta medida, estamos condenados, y la ciudad gana identidad, a que la gente no utilice el coche de forma gratuita, sino que quien lo coja sea porque lo precisa”. Y reiteró: “No se trata de impedir el paso, sí de limitar aquel que no busque destino concreto”. Según Márquez, se trata de fomentar los trayectos a pie: “Quiero evitar el debate absurdo de: ‘¿Si no paso con mi vehículo con cuál puedo hacerlo?’ Esto no se trata de a ver si siempre vamos a estar montados en coche. En las zonas céntricas, las personas se moverán andando y quien precise un coche lo podrá coger perfectamente, pero el vehículo no será el primer instrumento para desplazarse. No entramos a una tienda en coche”. Se trata —concluyó— de hacer una ciudad “cómoda” y de reducir el tráfico privado, “excesivo”, en su opinión.

en la calle

recelos. Sin negar las bondades de una peatonalización, el proyecto que retoma el Ayuntamiento tiene dividida a la población. Los comerciantes del Mercado de San Francisco se oponen literalmente, convencidos de que el proyecto, tal y como está pergeñado en la actualidad, supone el cierre de puestos y la pérdida de empleo. También lo rechaza la Federación de Vecinos Objetivos Comunes, temerosa del aislamiento de los ciudadanos de los barrios del sur.