El “youtuber” cuenta su película

El acusado de enseñar a fabricar armas en vídeos alega que eran “efectos especiales”

06 sep 2017 / 11:19 H.

Alejandro C. M. llegó pronto a su cita con la Justicia. El “youtuber de las armas” se plantó en el pasillo del Juzgado de lo Penal número 3, atendió a los periodistas y se dejó fotografiar sin problema alguno. Más que un acusado para el que el fiscal pide una condena de cinco años de cárcel parecía una estrella de cine. Después, en la sala de vistas, la declaración de Alejandro C. M. también tuvo mucho que ver con el séptimo arte. “Los vídeos no son de verdad. Todo era una ficción, conseguida con trucos que yo conozco y que puedo demostrar. Todo está montado y editado con efectos especiales”, dijo este vecino de Marmolejo, que ya pasó ocho meses en prisión preventiva por esta causa.

A este vecino de Marmolejo, de 48 años, lo detuvo la Policía en febrero de 2016. Tenía su propio canal de “Youtube” en el que publicaba vídeos en los que, según la Fiscalía, enseñaba a fabricar todo tipo de armas. De hecho, el juicio comenzó con la exhibición de varios de estos tutoriales en los que daba las instrucciones para crear una escopeta de caza, un lanzamisiles y una “navaja indetectable”. “En realidad, no son armas de verdad. Era un montaje para aparentar lo que no es”, insistió. “Esos vídeos son como una película de Misión imposible”, llegó a decir su abogado en algún momento del juicio.

Alejandro C. M. hizo hincapié en que sus vídeos eran “un espectáculo” para “llamar la atención” y aumentar el número de sus seguidores en internet y, por lo tanto, tener más visitas a sus vídeos y ganar más dinero. En este punto, justificó que tradujera uno de sus tutoriales al árabe: “Quería darme a conocer en esa parte del mundo”, señaló. La pregunta de la fiscal era obligada: “¿Y usted no piensa en el peligro que pueden suponer estos vídeos en los tiempos que estamos?”, cuestionó. La respuesta del acusado fue la siguiente: “Cualquiera puede ir a una ferretería y comprar un hacha y un cuchillo y, no por ello, las ferreterías están prohibidas”.

A Alejandro ya lo había detenido la Guardia Civil en julio de 2013 por los mismos hechos. Una causa que todavía está pendiente de juicio. A pesar de su arresto, su canal de “Youtube” continuó abierto y este antiguo carpintero de Marmolejo siguió publicando vídeos en los que se enseñaba a fabricar todo tipo de armas. En febrero de 2016, volvió a ser arrestado, en esta ocasión por la Policía Nacional, que había detectado esos tutoriales en internet. En esta ocasión, el juez lo mandó a prisión preventiva, donde estuvo hasta octubre de ese mismo año.

Las alarmas saltaron cuando comprobaron que algunos estaban traducidos al árabe: “El peligro potencial que tenía era enorme”, razonó el responsable de la investigación policial en el juicio. El inspector destacó que se estaba facilitando material que podía servir de base para cualquier atentado terrorista o una agresión a una tercera persona. Admitió que las armas de fuego intervenidas estaban desactivadas, porque le faltaban algunas piezas: “Sin duda, aprendió que era mejor desmontarla por si le hacían un registro”, argumentó. De todos modos, el inspector, que tiene muchos trienios a sus espaldas, insistió: “Por mi experiencia, un arma que dispara, aunque esté incompleta, es un arma”.

El juicio quedó visto para sentencia. Será la juez del Penal 3, Erika Ávila, la que tendrá que decidir si el “youtuber” de Marmolejo fue tan solo el protagonista de una inofensiva película de ficción o supuso un peligro evidente por su potencial terrorista.