En busca del pirómano “fantasma”

Vecinos del Pago de Juan Ramos vigilan el Guadalbullón para proteger sus casas

19 abr 2017 / 10:50 H.

Hay un pirómano “fantasma”. Se sabe que está, se ha manifestado, pero todavía nadie lo ha visto. De todos modos, los vecinos del Pago de Juan Ramos están convencidos de que cogerlo será cuestión de tiempo. De hecho, ellos, en los últimos días, están poniendo mucho de su parte para intentar localizarlo. Algunos suben por la carretera y miran por las inmediaciones, mientras que otros se asoman desde sus azoteas y puntos elevados para ver si detectan algo. Todo es fruto del miedo que le han producido dos incendios, que partieron del río Guadalbullón y que, además de calcinar más de 400 metros lineales de una ribera bella y con valor natural, les asustó bastante porque sintieron las llamas muy cerca de sus casas.

El primer incendió se detectó el Domingo de Ramos, mientras que el segundo surgió un Jueves Santo. “Estamos convencidos de que fue provocado. Nadie ha quemado por aquí y, además, ocurrió dos días festivos en los se veía a gente por el río. Vimos las llamas que saltaban de una orilla a la otra. La gente se encuentra muy preocupada porque también hemos leído que se han dado otros incendios por los Cañones y el Puente de la Sierra. No es casualidad tanta coincidencia”, afirma José Sánchez, que es el presidente de la Asociación de Vecinos del Pago de Juan Ramos. “La gente está asustada y, a la par, concienciada. Lo comentamos todos los vecinos. Si vemos algo, lo mejor es coger el teléfono y avisar a la Guardia Civil o a emergencias. No podemos permitir que nos tengan con miedo porque haya una persona o varias que quieran destruir el entorno natural e intentar causar un desastre”, continúa José Sánchez. Los daños que han ocasionado los siniestros del 9 y el 13 de abril quemaron parte de la vegetación del río, pero, afortunadamente, no llegó a saltar a las fincas olivareras ni a las parcelas de árboles frutales. “A mí se me han tostado algunos olivos, pero no se me han llegado a quemar”, comenta José Sánchez.

En el Pago de Juan Ramos viven alrededor de 300 familias, que ya se han llevado dos sustos considerables. De hecho, algunos residentes se suben a Cerro Molina para ver si notan algo extraño. “Precisamente, hoy un grupo de personas lo hemos hecho. Hemos visto a la Policía Local y también a la patrulla de la Guardia Civil , supongo que sería el Seprona, por las zonas en las que se han producido los incendios. Supongo que estarían recogiendo muestras y viendo si existe alguna prueba para intentar localizar al pirómano”, manifiesta una de las personas que se afana en labores de vigilancia para intentar encontrar a la persona que ha causado dos incendios en cuatro días junto a sus viviendas.

Inquietud. Profesionales del Infoca, Bomberos y Guardia Civil trabajaron en la extinción de los últimos fuegos. Sin embargo, todavía no existe un riesgo de ignición tan importante como para que surjan de manera espontánea, es decir, motivados por causas naturales. Pese a que se puedan encontrar evidencias que lleve a localizar al pirómano “fantasma”, los vecinos están seguros de que la vigilancia y la atención que prestan ahora y la grabación de algunas cámaras pueden acabar por descubrir a la persona que se dedica a quemar el río. No obstante, más que destaparlo, muchos esperan que no vuelva a aparecer.