Felipe VI: “Me alegra volver por un motivo tan esperado”

El Rey destaca que es un museo único en España, se interesa por la exposición permanente y elogia que una antigua cárcel se convierta en una institución cultural

12 dic 2017 / 08:50 H.

El Rey de España, Felipe de Borbón, inauguró el Museo Íbero de Jaén. Llegó al vestíbulo a las 12:15 horas después de saludar a miles de jiennenses que desafiaron a la lluvia para verlo bajarse del coche en el Paseo de la Estación. La presidenta del Gobierno de Andalucía, Susana Díaz; el presidente del Parlamento andaluz, Juan Pablo Durán; el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, y el alcalde, Javier Márquez —bastón de mando en mano— lo recibieron y lo acompañaron hasta la placa conmemorativa. “Gracias por venir a Andalucía y especialmente a Jaén”, le dijo Susana Díaz antes de un breve discurso. A las 12:22, Felipe VI tiró de una tela de terciopelo púrpura para mostrar la placa inaugural, en la que figuraba: “Su majestad el Rey inauguró el Museo Íbero de Jaén. Jaén, 11 de diciembre de 2017”.

Entonces, subió a la primera planta para ver la exposición. “Se ha interesado mucho por conocer cuáles serán las piezas que compondrán la exposición permanente del Museo”, dice el arqueólogo y catedrático de la Universidad de Jaén, Arturo Ruiz que, junto con Manuel Molinos, fueron los que explicaron el contenido de la muestra “La dama, el Príncipe, el Héroe y la Diosa”. El Rey escuchaba con atención y varias veces preguntó por las fórmulas de conservación de las piezas que se exponían, sobre todo, para las esculturas de mayor tamaño.

También quiso saber qué técnicas habían utilizado en los yacimientos para obtener éxito y hallar un material con tanto valor. Concretamente, en El Pajarillo, mientras que hablaba Manuel Molinos respecto a la vitrina de El Héroe, insistió en cómo se habían restaurado las glifomaquias de Porcuna. Cuando acabó el recorrido, pararon en una vitrina en la que se habla del expolio. Felipe VI asentía con la cabeza cuando los arqueólogos insistían en el daño que causa por la pérdida de patrimonio y de información de la historia.

El monarca salió y, acompañado por Susana Díaz, firmó en el libro de honor del museo. Fue el único de todas las autoridades presentes. Lo hizo como “Felipe Rey” —su padre también firmaba como “Juan Carlos Rey”—. Escribió que estaba feliz de regresar a Jaén con un motivo tan esperado, ensalzó que será un museo único en España y elogió que una antigua cárcel se haya convertido en una institución cultural —el texto íntegro se encuentra en la página siguiente—. Además, dejó claro que parte de la riqueza de la civilización íbera se halla en esta tierra.

Después saludó a los directores de los museos andaluces, que lo esperaban en una amplia estancia en la primera planta. Felipe VI también se paró en varias ocasiones para contemplar la concepción arquitectónica del Museo Íbero, aunque los mensajes siempre tenían una carga de estímulo para que ese gran espacio expositivo tenga una importante muestra permanente. Cuando bajó las escaleras, decenas de invitados a la inauguración lo esperaban en el vestíbulo. Allí el Rey fue cercano y amable. Estaba encantado de volver a Jaén.

La dedicatoria de Felipe VI en el libro de honor del Museo Íbero
idcon=13080561;order=14

“Es un verdadero placer y honor inaugurar este Museo Íbero de Jaén. Me alegra volver a la ciudad por este motivo tan esperado. Sin duda, este Museo será el gran museo. Es único en su clase en España y está dedicado a una parte tan antigua de nuestra cultura. Nuestros ancestros íberos potenciaron esta zona sur y también el este de la Península. Por lo tanto, dejaron para Jaén y para Andalucía la mayor riqueza de su legado. Enhorabuena a todos los responsables e implicados en su puesta en marcha en la transformación de la antigua cárcel en institución cultural y en la continua recuperación de nuestro patrimonio histórico. Con todo mi afecto”.

Felipe Rey