Infinita gratitud a nueve donantes

El Complejo Hospitalario valora el grado de aceptación de las familias que contribuye a ayudar a otros pacientes

07 sep 2016 / 17:30 H.

Cuando la desesperación de una persona que lucha por su vida depende de otra persona que falleció, la solidaridad cobra sentido. Por eso, cada órgano que puede ser trasplantado es un regalo vital, casi divino. En los hospitales públicos de la provincia conocen muy bien lo que significan esos momentos. Aquellos dramáticos y delicados en los que la familia de un fallecido sufre el impacto de la pérdida de un ser querido; pero al mismo tiempo los que copan del más puro humanismo a estas personas. Luego llegarán los mejores momentos, esos en los que los órganos pasan a dar vida. (Más información en la edición impresa)