Rusia excluye al aceite de oliva del veto a los productos agroalimentarios de Europa
El aceite de oliva se escapa del veto de Rusia a los productos agroalimentarios de la Unión Europea. Puede entrar a la Federación sin problema alguno, lo que constituye un alivio para el sector. Desde hace años, se trata de un país estratégico para los intereses de España en el mercado oleícola y que, incluso, cuenta con campañas de promoción que animan a los rusos a comprar el zumo y les enseñan cómo se cocina con esta grasa, que se publicita como la mejor y más saludable.
El director general de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador de Aceite de Oliva (Asoliva), Rafael Picó, lo explica: “Hemos contactado con la Secretaría de Estado de Comercio Exterior y nos ha dicho que el aceite de oliva se queda fuera. Si Rusia lo hubiera introducido en el listado de productos que tienen prohibida la entrada hubiera sido un gran contratiempo. Se trata de un país objetivo para nosotros y hemos llevado campañas con la Interprofesional para el Aceite de Oliva Español y con el Consejo Oleícola Internacional (COI) porque esperamos un importante incremento de las ventas”.
Precisamente, existen 15 empresas que operan habitualmente con distribuidores rusos y envían importantes partidas de aceite —Asoliva no desvela los nombres por cuestiones de confidencialidad empresarial—, pero prácticamente todas se nutren de las cooperativas y las almazaras de la provincia jiennense. Por eso, si Rusia hubiera cerrado su frontera al aceite de oliva habría repercutido en los municipios de esta tierra, ya que las empresas que compran el producto para enviarlo hasta allí habrían tenido que anular estas partidas. Y la consecuencia directa sería que se quedaría en las bodegas y hasta repercutiría en los precios porque habría más “stock” del que, en principio, se espera.
Sin embargo, el Gobierno de España confirma que ningún tipo de aceite de oliva —extra, virgen, lampantes y orujo— se halla dentro de este veto, lo que supone un claro alivio para los productores. Rusia compra alrededor de 20.000 toneladas por año. Si se compara con otros mercados, no es una cifra demasiado elevada, aunque sí interesante y que no se debe perder. No obstante, más importante aún resulta no frenar la estrategia de promoción porque, poco a poco, ofrece buenos resultados y existen muchas esperanzas depositadas de cara al futuro. De hecho, para el COI, Rusia, China y la India son los mercados con más potencial de compra de aceite de oliva dentro de una década.
Por otro lado, el Gobierno de España cuantifica en 337 millones el impacto de las restricciones a las exportaciones al mercado ruso, lo que supone el 1,8% del valor de las ventas españolas al exterior. El director general de Producciones y Mercados Agrarios, Fernando Miranda, asegura que el impacto de la decisión de Rusia sobre las exportaciones españolas es “limitado”, ya que su principal cliente es la Unión Europea, donde se exporta el 76% de los productos agroalimentarios. Del 26% restante, “la Federación Rusa supone solo el 6%”, recalca. Recalca que la medida adoptada por Rusia no afecta ni al vino ni al aceite de oliva y subraya que existen otros países más afectados que España, lo que permite una mayor capacidad para encontrar salida a sus productos en otros mercados alternativos al ruso.
Fernando Miranda recuerda que la Federación Rusa ya puso restricciones a las exportaciones de carne de porcino por parte de la UE durante en el año 2014 y parte del 2013, y sin embargo, se ha conseguido “incrementar” las ventas dirigiéndolas a nuevos mercados alternativos. El producto más afectado será la fruta, que supone 158 millones de euros dentro del volumen de exportación. Le sigue el porcino, con un valor de 80 millones de euros al año, aunque el mercado ya estaba cerrado por lo que este impacto no se notará. Las hortalizas representan 72 millones de euros más.