El Yacente lanza una campaña para la restauración de la Piedad
La Piedad “del hospital” es una de las imágenes más desconocidas de la Pasión de Jaén. Pertenece a la Cofradía de la Soledad pero, desde hace más de dos décadas, no sale en desfile procesional alguno. El motivo, su pésimo estado de conservación. “Sufre un deterioro muy notable. Los bloques de madera están separados en algunos casos, tienen fisuras y grietas”, describe el hermano mayor, Jesús María Pegalajar. “Al Cristo hasta le faltan dedos. El manto está roto y los sistemas de fijar la corona han abierto agujeros en la talla. La policromía, además, está fatal”, lamenta el jiennense, para quien la restauración de la Piedad es un proyecto perseguido durante mucho tiempo.
En 2009, cuando él era secretario de El Yacente, su predecesor en el cargo se planteó volver a poner en valor la imagen y sacarla en procesión. Para ello había un obstáculo fundamental: la propietaria de la talla no era la cofradía, sino la Diputación. “Investigué cómo podríamos conseguir la donación y nos reunimos con el presidente de la Administración provincial”, informa Pegalajar. Un lustro después, el pasado mes de noviembre, el ente supramunicipal ofreció una solución salomónica: la cesión de la talla a la hermandad durante setenta y cinco años.
Ya como hermano mayor, Pegalajar quiere dar un empujón definitivo al proyecto de restauración de la Piedad: devolverla a su esplendor y sacarla a las calles. Antonio Parras, de Torredelcampo, será el encargado de los trabajos, que, según el hermano mayor, resultarán “laboriosos” y requerirán “varios meses”. Aunque ese tiempo es lo de menos. Ahora, lo importante para la cofradía es reunir los seis mil euros que cuestan las intervenciones.
“Dada la difícil situación económica de la hermandad, hemos puesto en marcha una campaña para buscar fondos de particulares y de donaciones, para recurrir a la buena voluntad de cofrades, devotos y de todos los ciudadanos que quieran colaborar”, explica Pegalajar. Esta iniciativa, llamada “Recuperemos la Piedad”, toma forma en un panel de grandes dimensiones con la imagen de la talla dividida en cuatrocientos cuadrados. Cada uno de ellos tiene un simbólico valor de quince euros, y cuando un donante lo “compra”, se tacha y se escribe su nombre. Una vez que todos los cuadrados se hayan tachado, la cofradía habrá llegado a su objetivo de recaudación. El panel está, estos días, en la sacristía de la basílica menor de San Ildefonso, sede canónica de El Yacente, aunque Pegalajar espera instalarlo cerca de la capilla donde se guarda la Piedad “del hospital”, en un lugar más transitado, para que el impacto de la campaña sea mayor.
También se puede colaborar con donaciones directas a una cuenta abierta, de manera expresa, para la iniciativa en el BBVA: 25 0182 6836 8302 0171 3887.
Queda un último fleco administrativo: el Obispado ya ha dado luz verde al proyecto de restauración, no así la Diputación, aunque la cofradía confía en una respuesta afirmativa en cuestión de días.
El objetivo que se marca Pegalajar es que, a finales de diciembre, el grupo escultórico pueda estar restaurado y, en un futuro próximo, devolver la Piedad a la procesión de la Semana Santa o a un viacrucis, “un viernes de Cuaresma”, por el barrio de San Ildefonso.