La cisterna pirata "navega" por el "mar de olivos" para robar aceite
Cuidado. La cisterna pirata surca, otra vez, el “mar de olivos”. El primer palo lo ha dado en una aceitera de Sierra Mágina, aunque, generalmente, cuando ha aparecido por Jaén nunca ha sido de manera aislada. Por eso, muchos almazareros y cooperativistas tienen los ojos bien abiertos.
La Policía Judicial de la Guardia Civil tiene encima de la mesa una denuncia por un importante robo en un municipio de Sierra Mágina, según ha podido saber Diario JAÉN. La cisterna pirata apareció y se llevó más de 26.000 kilos de aceite de oliva. Si consiguen vender el producto, se embolsarán miles de euros por un trabajo que se hizo en una sola noche. No hay duda de que las personas que dirigen esta cisterna son bastante expertas y conocen bien el sector oleícola.
Al parecer, llegaron de noche y aparcaron un camión cisterna junto a la aceitera. Luego, sacaron las mangueras y las conectaron al vehículo. Sin embargo, les faltaba lo más importante: acceder a la bodega. Para conseguirlo, se colaron en la fábrica a través de un butrón, que le sirvió para conectar el tanque en el que se almacenaba el aceite de oliva con la cisterna pirata. El resto fue “coser y cantar”. Solo hubo que esperar hasta que los 26.000 kilos de zumo de aceituna —fruto del trabajo de decenas de aceituneros de Sierra Mágina— entraran en el depósito del camión. Cuando concluyó el proceso, se marcharon.
Al día siguiente, los trabajadores vieron el agujero. El aceite de oliva ya no estaba. La Subdelegación del Gobierno y la propia Guardia Civil siempre apela a la colaboración ciudadana para detener a estos delincuentes. Por eso, piden a los vecinos que avisen a los cuarteles cuando noten algo extraño. Cargar una cisterna de aceite de madrugada no es normal. Almazareros y cooperativistas consultados por este periódico lo tienen bien claro. “Hay que tener mucho cuidado a quien se le enseña la bodega porque cuando llegan a robar no lo hacen por azar. Siempre existe un trabajo de intendencia previo”, indica uno. Asimismo, otro señala: “Estoy con ojo hasta cuando negocio. No quiero que se sepa que hay aceite en las bodegas”.
Ahora, los investigadores tratan de encontrar a los ladrones. Por eso, se vigilan instalaciones de almacenaje y zonas de entrada y de salida de aceite de oliva. Mientras, el sector sigue atento. La cisterna pirata vuelve a “navegar” por el “mar de olivos”.