Donantes de médula ósea llamados por el altruismo y la solidaridad
Es donante desde el pasado 22 de abril y Daniel Anguita Quesada vuelve al Centro de Transfusión Sanguínea para que le extraigan su líquido vital. A sus 18 años sabe lo importante y lo grandioso que es este gesto. “Soy también donante de médula porque dos años antes de nacer yo, mi hermana murió de leucemia y tenía la espinita clavada toda la vida”, cuenta el joven, quien tiene muy aferrado el porqué de este acto solidario. “Es muy fácil salvar la vida de otra persona y no cuesta dinero”. La casualidad ha querido que Daniel Anguita sea compañero de José Javier Paulano, con el que estudia en el IES Fuente de la Peña. A Paulano le detectaron este tipo de cáncer hace unos escasos meses y su familia y amigos hacen un llamamiento para que la gente done médula ósea. Aun así, Anguita sabe que al regalar su sangre pasará a formar parte de un banco mundial y no directamente a José Javier. No obstante, contribuirá a aumentar las posibilidades para que exista alguien compatible.
Lejos de la mentalidad de que los jóvenes tienen otros valores más triviales, Daniel considera que hay tiempo para todo. “Se puede pensar en varias cosas a la vez”, cuenta mientras bebe un zumo sobre la camilla del Centro de Transfusión Sanguínea de Jaén después de la extracción. Para él el sentimiento y la satisfacción que se alcanzan con este acto altruista son otras de sus recompensas: “Te quedas como liberado y cuando llegas a tu casa, dices: ‘he hecho algo bien”. Asimismo, el jiennense valora el trabajo de los profesionales del centro: “Aquí, los médicos te tratan muy bien y se pasa el rato volando”. A pesar de que Daniel no decidió acudir expresamente para donar por José Javier, sí que se acordó de él; incluso preguntó por si había que hacer alguna prueba más por su compañero de instituto.
Por otra parte, Raquel Fajardo, madre de Paulano, expresó su satisfacción por la masiva respuesta de la ciudadanía, aunque aseguró que su hijo está muy nervioso ante el ingreso en el Hospital.
Cada vez son más las personas que se “enrolan” en el mundo de las donaciones para regalar sus células y ayudar a salvar a quienes las necesitan. Sin embargo, la masiva difusión a través de diferentes medios de comunicación por parte de los familiares de José Javier Paulano, incluso del IES Fuente de la Peña, para animar a la población a que done, provocó una inmediata reacción. Así, desde el mismo Centro de Transfusión Sanguínea los empleados aseguran que el pasado lunes acudieron muchas personas que se ofrecían para la prueba empujados por un sentimiento solidario hacia el joven. No obstante, con el fin de atender a todos, se han organizado por medio de citas previas.
Aunque la leucemia solo supone un 1% de todos los cánceres, su tratamiento es complicado y necesita a muchos donantes para un solo trasplante. De hecho, el director del Centro de Transfusión Sanguínea, Antonio Carrero, indica que un trasplante implica la participación de unos 200 donantes de médula. “Luego, sembramos la propia médula del afectado o la de otra persona que sea donante”, explica el experto, quien matiza que la probabilidad de que exista compatibilidad entre hermanos es de un 20%. “Cuando no existe en la familia hay que buscar un donante no emparentado o altruista, entonces la probabilidad es de uno por dos mil”, dice. De esta forma, Carrero indica que el proceso de la donación consiste en la extracción de una pequeña muestra de sangre, de la que se hace un estudio en el Centro de Transfusión Sanguínea de Málaga y meten esa muestra en un registro llamado Red Española de Donantes de Médula Ósea (Redmo) —creado por la Fundación Josep Carreras—.
“Cuanta más gente haya, más fácil es encontrar a un compatible”, manifiesta el responsable, quien matiza que tiene que pasar un mes y medio hasta que las muestras que se extraen no estén dadas de alta en el Redmo. Estos registros existen en cada país y son consultados en todo el mundo hasta que se encuentre a un compatible. Después, hay que esperar a que, quien se ofreció a dar su muestra, esté dispuesto a donar a la persona que lo necesite, sea de la zona que sea. “Esto es una donación a largo plazo”, aclara Antonio Carrero, quien insiste: “Si llaman a alguien que es compatible para una persona que lo necesite, tiene que saber que hay una vida que depende de su médula, pues no es tan fácil de encontrar”, hace hincapié el director del centro jiennense.