La aberración hecha hombre

Condenado a casi 30 años de cárcel por maltratar y violar a su esposa y a sus dos hijas pequeñas

15 feb 2018 / 08:52 H.

Esta es la crónica de unos hechos “espeluznantes”, como la propia magistrada María Jesús Jurado los califica en su sentencia. Relata los terribles delitos cometidos por Francisco M. M. Este vecino de Valdepeñas, conductor de profesión, acaba de ser condenado a 29 años y medio de cárcel y a otros 41 de alejamiento con respecto a las tres víctimas. Maltrató y agredió sexualmente a la que fue su esposa durante más de una década. Y también violó a sus dos hijas cuando no eran más que unas niñas de cuatro y ocho años. La Justicia le ha impuesto uno de los castigos más elevados que se recuerdan en la provincia.

La sentencia, de 50 páginas, relata cómo Francisco M. M., al que se describe como “impulsivo y celoso”, sometió a su esposa a malos tratos desde la misma noche de bodas y durante los trece años que duró el matrimonio. De hecho, la vida en común de la familia estuvo marcada por “las amenazas, los insultos y las agresiones físicas”.

En ese marco de terror, Francisco M. M. imponía su ley: “Me controlaba y vigilaba en todo lo que hacía. Me tenía paralizada de miedo. No me atrevía a denunciarlo, porque estaba sola aquí y no conocía el idioma”, declaró la mujer en el juicio, celebrado el pasado 17 de enero. Agregó que su marido la forzaba a mantener relaciones sexuales chantajeándola con hacerles daño a las niñas.

Finalmente, y tras trece años de sufrimiento, decidió dar el paso. Se atrevió a denunciarlo en abril de 2015, cuando vio un dibujo hecho por su hija pequeña, que entonces tenía apenas nueve años. La menor pintó con colores infantiles los abusos sexuales a los que su padre la había sometido. La Guardia Civil detuvo, entonces, a Francisco M. M. Lo sorprendente del caso es que el hombre reconoció ante el juez un episodio anterior: admitió que había obligado a su hijastra a que le hiciera una felación cuando apenas tenía 9 años. En el juicio, el ahora condenado lo negó y dijo que lo habían forzado a declarar lo que no quería, sin especificar quién le obligó.

La sentencia considera que no fue un hecho aislado y que este vecino de Valdepeñas también violó a su propia hija, a la que llegó a introducirle el pene en la boca. “Advirtió a la menor de que si decía algo la mataría a ella, a su hermana y a su madre”, explica la resolución judicial. Años antes, había hecho lo mismo con su hijastra —el episodio que reconoció ante el juez cuando fue arrestado—. Ocurrió el 1 de enero de 2006, cuando la niña tenía 9 años. La madre estaba amamantando a su hija pequeña, que había nacido poco antes. Sin embargo, la mujer decidió subir al dormitorio. Allí sorprendió a Francisco M. M. desnudo de cintura para abajo, junto a la menor, a la que también había quitado la ropa.

En el juicio, el hombre lo negó todo: “Es una mentira”, dijo. No obstante, la sala da total credibilidad al testimonio de las víctimas, que califica como “contundente y desgarrador”. “Percibimos la emoción y el grave sufrimiento producido por los espeluznantes hechos que relataban con todo detalle”, explica la sentencia en los fundamentos de derecho. La sala aclara que no se aprecia “móvil de venganza o de odio” y tampoco ve contradicciones evidentes en sus relatos. Del mismo modo, el tribunal también ha tenido en cuenta a la hora de dictar la condena las pruebas periciales, basadas en los informes de los forenses que trataron a las víctimas.

Hay otro factor importante: el propio Francisco M. M. reconoció parcialmente los hechos cuando fue detenido, aunque después se desdijo. Y también está el testimonio de la orientadora del centro escolar en el que estudiaba la hija mayor. La adolescente confesó a la docente que había sido víctima de abusos sexuales por parte de su padrastro y le pidió ayuda para que no le pasara lo mismo a su hermana. La educadora activó el protocolo para estos casos. A la misma vez, la madre dio el paso y presentó la correspondiente denuncia, la que ha puesto al descubierto las aberraciones cometidas por Francisco M. M., el terror hecho hombre. La sentencia todavía no es firme, ya que cabe recurso ante el Tribunal Supremo.

El fiscal pedirá que entre ya en prisión

La Fiscalía de Jaén anunció su intención de solicitar a la Sección Tercera que Francisco M. M. comience a cumplir la condena de forma inmediata. Hay que recordar que la sentencia no es firme y todavía cabe recurso ante el Tribunal Supremo. No obstante, el fiscal considera que, dada la gravedad de los hechos, el hombre ingrese desde ya en la cárcel. La sala deberá celebrar una vista para tomar la decisión.

Compensación de 120.000 euros para las víctimas

La sentencia establece que Francisco M. M. debe indemnizar a su exposa, a su hijastra y a su hija con compensaciones que suman 120.000 euros. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer, que tramitó esta causa, ya lo declaró insolvente cuando cerró la instrucción. Una situación que ahora ratifica la sala. En el juicio, el hombre aseguró que trabajaba como conductor.

Los siete delitos y sus penas

maltrato habitual a su familia. Un año, 9 meses de prisión. Cuatro años de alejamiento de las víctimas y cuatro años de destierro de Valdepeñas.

Dos delitos de maltrato a su esposa. 9 meses de cárcel por cada uno y prohibición de acercarse a la mujer a menos de un kilómetro durante tres años.

amenazas a su esposa. Nueve meses de cárcel y orden de alejamiento durante tres años.

agresión sexual a su esposa. 9 años de cárcel y 9 más de alejamiento con la víctima.

Agresión sexual a su hija menor. 7 años de prisión y diez años de alejamiento y de prohibición de residir en el pueblo.

Agresión sexual continuada a su hijastra. 7 años de prisión y diez años de alejamiento y de prohibición de residir en el pueblo.

Dos delitos de quebrantamiento. Un año de cárcel.