La conversión de una molécula a un fármaco

Arritmias y distrofias son dos de las líneas de investigación de la Universidad de Jaén

19 jul 2018 / 08:14 H.

Desde que se descubre una molécula hasta que, a través de ella, se elabora un fármaco capaz de retrasar una patología o impedirla, se necesita mucho trabajo, dinero, esfuerzo y tiempo. Pero el grupo de investigación de “Miogénesis cardiaca y esquelética: regeneración muscular” de la Universidad de Jaén (UJA) no cesa en su constancia por seguir adelante en un proyecto que, como bien indicó su investigadora principal, la catedrática de Biología Celular, Amelia Aránega, es un tema importante que afecta, fundamentalmente, a los procesos que forman tanto el músculo cardíaco como el esquelético.

“Estamos descubriendo, a nivel molecular, que esos procesos tienen grandes repercusiones. Somos un grupo de investigación básica, aunque, en realidad, es un término engañoso, porque la ciencia no entiende de modalidades. Nuestro interés fue conocer cuáles eran los mecanismos moleculares que hacían que se formaran, tanto el corazón como los músculos esqueléticos. Analizando esto, identificamos algunas moléculas clave en el desarrollo de distintas patologías, como son las arritmias cardíacas en adultos y los procesos degenerativos del músculo y las distrofias musculares, que son devastadoras porque afectan a niños en edades muy tempranas”.

Cuando el grupo de investigación de la UJA —conformado por 11 personas entre las que hay estudiantes, catedráticos, profesores titulares y doctores— se adentró en este estudio, fue consciente de que, por ejemplo, en el caso de las distrofias musculares, no existía un tratamiento que no fuera paliativo, en este caso, basado en la administración de corticoides que, como bien reconoció Aránega, “tienen unos efectos secundarios tremendos a largo plazo”. “Cualquier planteamiento molecular que pueda reparar un músculo en esta patología supone un avance muy importante, porque no existe aún nada relacionado con ello. Llevamos una trayectoria de investigación de 20 años, pero, en el caso de las distrofias musculares, llevamos 6 años”.

El equipo de investigación se encuentra, en estos momentos, en mitad de un proceso de una patente internacional sobre una de las moléculas biológicas que, según Aránega, nada tiene que ver con las de creación o transformación química. “Hay varias empresas que pueden estar interesadas y estamos en fase de estudios preclínicos. La sociedad debe mentalizarse de que es un proceso lento que requiere muchos años. Para obtener tratamientos efectivos, es una labor a muy largo plazo”.