La ex diputada Mercedes Barranco dimite y deja el Consejo Ciudadano de Podemos
Al parecer, la jiennense presentó su renuncia hace, hoy, una semana
Parece que la crisis de Podemos afecta a todos sus organismos. Tras las llamativas bajas de Errejón y Ramón Espinar, las renuncias no dejan de sucederse, y en esta ocasión, en territorio jiennense. La ex parlamentaria por Jaén, Mercedes Barranco, excluida de las últimas listas tras destacar como portavoz en temas medioambientales, ha decidido renunciar a su puesto en el Consejo Ciudadano de Podemos.
Al parecer, presentó su dimisión el pasado lunes, 21 de enero. Aunque este diario ha intentado ponerse en contacto, sin éxito, con Barranco, la noticia la daba a conocer, en una entrevista, su compañera Carmen Lizárraga, también ex diputada de Adelante Andalucía. En ella, la militante de Podemos hablaba de su división y la de la propia Barranco, para catalogar el comportamiento de ambas de “muy leales”. Una sucesión de acontecimientos que pone en entredicho, para algunos, la situación de liderazgo de la cabeza de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez. Asimismo, se suma a otras salidas como la del diputado de Podemos en el Congreso, Alberto Montero, crítico con Teresa Rodríguez, para presentarse a la Alcaldía de Málaga.
En el caso de Lizárraga, todo apunta a un posible “distanciamiento de las posiciones” políticas y organizativas de la dirección de Podemos en Andalucía. En el caso de Mercedes Barranco, habrá que esperar a que sea ella quien explique las circunstancias que la han llevado a tomar esta decisión que la aleja del Consejo Ciudadano.
Incluímos la Carta de Dimisión de Mercesdes Barranco:
“Han pasado a penas cinco años desde que comenzó esta aventura llamada Podemos y siento que hemos envejecido como si hubieran pasado décadas. Comencé mi andadura en las plazas y en las calles, con el 15M. El trabajo en las plazas y las calles me condujo con emoción, alegría y esperanza a PODEMOS. Con cada gesto que hacíamos juntas sentíamos que “asaltábamos los cielos”, sentíamos el peso de la relevancia que tenían nuestros actos políticos. Fuimos el primer grupo parlamentario de PODEMOS, conscientes de nuestra gran responsabilidad desde el principio hasta el final. Ese grupo parlamentario, al que tuve el honor de pertenecer y en el que trabajé como portavoz de medioambiente, funcionaba bien a pesar de nuestras diferentes perspectivas de la realidad, porque las diferencias nos enriquecían como si fuéramos un sistema vivo con las partes que lo componen colaborando entre sí. Sabíamos que lo importante era poner las instituciones al servicio de la gente y eso estaba por encima de todo. No hubo proceso electoral interno, sensibilidad u orientación política que impidiera emocionarme y sentirme radicalmente orgullosa de nosotras, como cuando conseguimos hitos que incluyen la aprobación de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía; el paso a trámite de la Ley de Bioclimatización y la aprobación de la Ley de caminos . Me sentí comprometida defendiendo unas condiciones labores dignas para los trabajadores del Infoca y trabajando día y noche por la protección de Doñana. He vivido momentos de orgullo con las batallas ganadas en las calles por las movilizaciones de feministas y de los pensionistas. He vivido intensos momentos de satisfacción durante el trámite y con el trabajo hecho en la Ley de Cambio Climático de Andalucia. Nuestro trabajo ha permitido, como elemento más reseñable, la incorporación de la transición energética en Andalucía que supondrá transitar de un sistema energético obsoleto y dañino basado en combustibles fósiles a otro sistema energético sustentable basado en energías renovables.
No obstante, os confieso que sentí vergüenza cuando creía que traicionaba mi compromiso feminista al votar en contra de la Ley para la promoción de la igualdad de género en Andalucía, pero confiaba en nosotras. Confiaba en que la inteligencia colectiva y la decisión democrática evitaban el error y minoraban sus consecuencias. De un tiempo a esta parte, esa confianza se ha ido quebrando. Cualquiera de las responsabilidades políticas que se me han encargado he trabajado con un compromiso férreo con el proyecto político; con la gente que confiaba en mi y veía en Podemos Andalucía la garantía de un futuro andaluz digno. He aprendido muchísimo, he conocido a gente maravillosa y la luz que ha dirigido mi trabajo ha sido lograr mejoras en la vida de la gente.
Ha sido un orgullo trabajar con lealtad, integridad y sinceridad. Me he mantenido con esa misma lealtad hacia quien me designó para estar en el Consejo de Coordinación y en el Equipo Territorial de Jaén; con esa misma integridad con mis convicciones políticas que me hizo presentarme al Consejo Ciudadano Andaluz y es esa sinceridad política la que me lleva a presentar mi dimisión a toda responsabilidad que desempeño en Podemos Andalucía. Es decir, a mis responsabilidades en el Consejo de Coordinación; en el Equipo Territorial de Jaén y en el Consejo Ciudadano Andaluz. Lo hago porque ya no me reconozco en la dirección que ha tomado Podemos Andalucía. Pasamos de aspirar a ocupar el centro del tablero político
a situarnos en sus márgenes. Pasamos de dirigirnos a la mayoría social a dirigirnos a los convencidos. He perdido la ilusión y no me reconozco en los planteamientos políticos, las estrategias a seguir y la ausencia de los elementos distintivos de nuestros orígenes como la democracia radical. Entiendo que no es tiempo de rupturas, que los motivos por los que me embarqué en esta aventura temporal de la política están más vigentes que nunca y necesitan del mayor número de esfuerzos y manos remando en la misma dirección. Sin embargo, cambiar el rumbo a una mayoría homogénea en el consejo de coordinación, seguro de sus decisiones, y en las que la disidencia tiene más carácter funcional que de verdadera pluralidad, se ha convertido en un esfuerzo inútil.
En este tiempo he vivido muchas emociones algunas muy positivas y otras dignas de olvidar, pero de todas ellas he aprendido algo. Me han enseñado con dureza que, a veces, no son suficientes el esfuerzo, el trabajo, la lucha, el aprendizaje y la superación . Por esa razón y porque entiendo que compartimos parte de los planteamientos políticos, os deseo acierto y suerte en vuestras decisiones. Tenéis en la mano el futuro de mucha gente.
Agradezco todo lo vivido en este tiempo, lo bueno y lo malo. Hoy soy más fuerte, sobre todo, más consciente del valor de la vida. Nos veremos en las calles, en las plazas y en las luchas diarias por una vida digna. Es tiempo de cerrar una etapa y abrir otra.
Termino esta carta recordando a aquellos que tanto nos enseñaron y ya no están como nuestro querido compañero José Luis Serrano”
Jaén, a 21 de enero del 2019
Mercedes Barranco Rodríguez