La “falacia argumental” de Cifuentes

Todos los partidos, menos el PP, reprueban las declaraciones de la presidenta de Madrid

24 nov 2016 / 12:52 H.

El hashtag #GraciasCifuentes se convirtió la semana pasada en trending topic en España. Acompañados de crítica furibunda, mordacidad y también muchas dosis de ingenio, esta fue la respuesta de miles de ciudadanos (se contabilizaron más de 4.000 tuits) a las polémicas declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (PP), asegurando que los madrileños pagan “3.000 millones de euros para que los andaluces tengan sanidad, educación y demás”. Sus palabras reavivaron un debate cíclico sobre el sistema de financiación autonómica que, para la coordinadora del Área de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Jaén (UJA), Purificación Gómez, es una “falacia argumental”.

“Es verdad que Madrid realiza más aportaciones [al sistema], pero si recauda más es porque, en poca extensión de terreno, hay más empresas, que quieren estar cerca del poder, y, por lo tanto, se beneficia de la capitalidad, y la gente tiene mejores sueldos. Pero, como argumento, es una frase rápida que confunde a la ciudadanía y enfrenta territorios”, indica Gómez. Las comunidades autónomas contribuyen al Fondo de Garantía de los Servicios Públicos con el 75% de sus ingresos, que se recalculan como si la presión fiscal fuera similar para todas. Y, luego, en virtud de un sistema fiscal progresivo, como el del IRPF, en el que “se aporta en función de la capacidad y se recibe en función de la necesidad” —como apunta Gómez—, el dinero se redistribuye entre las regiones en función de criterios, como el envejecimiento de la población, el número de habitantes y su dispersión o la insularidad.

En estos momentos, Madrid, Cataluña, Baleares y Valencia son las comunidades que más aportan a estos fondos, pero ni de lejos cubren las partidas millonarias que la Junta de Andalucía destina, cada año, a garantizar los derechos constitucionales al acceso al sistema sanitario y a la educación. Y —subraya la profesora de Derecho Financiero y Tributario— se olvida de que el sistema de financiación autonómica se fundamenta en un principio de solidaridad necesario para compensar desajustes en materia de desarrollo industrial y económico que hunden sus raíces en el siglo XIX, en el auge de los nacionalismos y en decisiones políticas dirigidas a contentar sus demandas.

“Lo que dijo Cifuentes —comparó— es el mismo recurso que utilizan los catalanes para decir que los españoles les roban”. “Frases rápidas —en su opinión— que confunden y fomentan la agitación social”. Y reflexiona: “En una crisis, lo último que hay que hacer es agitar las bajas pasiones”.

En Jaén, las afirmaciones de la presidenta de Madrid tienen indignados por igual al PSOE, a Ciudadanos (C’s) y al grupo municipal de Jaén en Común (JeC). El parlamentario socialista Julio Millán criticó: “Al PP le puede el subconsciente y el rechazo que sus dirigentes tienen a Andalucía y a los andaluces”. A su parecer: “Aquí lo tienen de una forma más sosegada, pero, cuando pasan Despeñaperros, se quitan la careta y trasladan la imagen de una comunidad subsidiada”. Algo que —subrayó— es incierto: “Los datos de las liquidaciones de 2009 a 2014 demuestran que la financiación que ha recibido Andalucía está por debajo de las demás comunidades. Son 4.600 millones de euros menos que Madrid”.

También el portavoz municipal de JeC, Manuel Montejo, censuró la aserción, “falsa” y “fuera de lugar” de Cifuentes. Redujo sus palabras a “tópico” en el que no solo incurre el PP. Pero, “por encima de todo”, responsabilizó de esta imagen negativa de Andalucía a la gestión de 40 años de gobiernos socialistas en la región: “Ha permitido, perpetuado y favorecido la existencia e este tópico porque no permite que Andalucía salga de ese papel subordinado, condenándola a una economía de turismo y agricultura y desechando cualquier posibilidad de que tenga una industria de peso”. Por su parte, la coordinadora regional de C’s, Raquel Morales, condenó un discurso que enfrenta territorios, y sentenció: “Cifuentes tiene que pedir perdón con mayúsculas 8,4 millones de veces porque ha insultado a todos los andaluces”. Desde el PP de Jaén se remitieron a las aclaraciones a posteriori de la presidenta madrileña, afirmando que sus palabras eran una crítica “al Gobierno de Andalucía, que fríe a impuestos a los andaluces”.