La Magdalena con su pueblo

La señora del barrio procesiona por las calles de la capital, donde los jiennenses la arroparon a su paso

23 jul 2018 / 08:23 H.

Con la mayor intimidad y sentimiento, La Magdalena celebró su día junto con aquellos que más amor le profesan, los jiennenses. Apoyada en los hombros de sus fieles devotos, la santa realizó una hermosa procesión por las calles de la capital, donde aguardaron cientos de personas a su paso para contemplar su rostro y, con suerte, poder portarla con toda su fe y fuerza.

La señora del barrio generó una gran expectación a las puertas de la Iglesia de La Magdalena. Y no solo eso, sino que decenas de personas participaron desde el inicio de este acontecimiento, tan especial en la capital, acompañando a su señora durante la eucaristía en su honor. En ella, se clamó por esta celebración llena de amor y devoción por la santa. “Generalmente, todos los 22 de julio, la iglesia se llena. Siempre, incluso a pesar de ser hoy domingo”, explicó Pedro Estepa, gobernador de la Cofradía de la Clemencia, quien detalló que, en esta ocasión, notó algo menos de afluencia de gente en la misa, aunque supuso que la causa se debía a que era domingo y que muchos aprovecharon para irse de vacaciones. Eso sí, entre los presentes hubo una gran cantidad de jóvenes pertenecientes al grupo joven de la parroquia “que quisieron participar en la procesión y se movilizaron para acompañar a la santa”. La gran solemnidad de la misa y el amor que los jiennenses presentaron a su señora hizo que los hermanos de la cofradía se sintieran “satisfechos al cien por cien”, ya que el pueblo consiguió que La Magdalena “se sintiera acogida”.

Tras la eucaristía, los anderos, hombres y mujeres, se prepararon para alzar a la santa. Las puertas, de par en par, dejaron muy pronto ver a la imagen acercarse, haciendo que todas las miradas se dirigieran hacia solo un punto: el rostro de La Magdalena. La imagen, con hibiscos y rosas blancas a sus pies, salió de la parroquia entre aplausos y se dispuso a procesionar por su barrio, anunciando que ayer era su día. Una fecha digna de celebración, de reunión y regocijo. Y así se hizo, pues tras el periplo de la santa, los jiennenses se reunieron en el patio de la parroquia para continuar con este festejo en honor de su señora. Allí, se repartieron algunos piscolabis, se compartieron momentos y risas, y se cerró un día para el recuerdo.