La manifestación por el uso de las plazas fractura “El Valle”

La manifestación convocada por la Asociación de Vecinos Passo para mañana y que tiene por fin arrancar al Ayuntamiento y a la Junta de Andalucía un acuerdo para que cambien la titularidad de las zonas comunes del barrio y que se puedan ejecutar obras de mejora en ellas con dinero público sigue recibiendo apoyos. Además del respaldo de la Plataforma Jaén merece más, Jaén en Común (JeC) anunció su presencia, en un comunicado, y llamó a la participación ciudadana “en solidaridad con el barrio y con sus vecinos”.

La esperanza del presidente de “Passo”, Mario Liébanas, es que el acto sea el más multitudinario de cuantos se han visto en el barrio, y no han sido pocos en un distrito que siempre se ha caracterizado por su espíritu reivindicativo. Sin embargo, aun estando de acuerdo en que en el fondo de la cuestión late un “error político” y en que sus damnificados son los vecinos, que pueden ver cómo el dinero público esquiva el arreglo de las plazas por aparecer como bienes privativos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), “La Unión” no secunda la movilización.

“No es que no apoyemos a los vecinos. Vamos a intentar reclamar este derecho [a la intervención en las plazas con fondos públicos] desde otro punto”, arguye el presidente de la asociación vecinal. Cristóbal Martínez pone el foco de la responsabilidad exclusivamente en el Ayuntamiento: “Es el único ente que puede solventar este entuerto”. “En los años 70, el funcionario de turno [del Instituto Nacional de Vivienda] las inscribió [en el planeamiento urbanístico] como propiedad de los edificios y, cuando hicieron las transferencias a la Junta, esta se lo encontró hecho y nadie pensó en eso”, justifica Martínez, que insiste: “La Junta de Andalucía no tiene poder decisorio”.

El dirigente vecinal tiene claro que “el Ayuntamiento es el único que puede solucionarlo, enmendando una cláusula del PGOU y cambiando los espacios privados a públicos”, si bien reconoce que tendría que hacerlo “con la colaboración de [la Consejería] de Fomento”. Este es el motivo por el que la asociación no acudirá a la manifestación de mañana. “Hicimos una reunión la directiva y consensuamos que no correspondía ir a Fomento a reclamar”, sintetiza Martínez. En lugar de la protesta, la forma en la que “La Unión” ha decidido hacer su lucha por conseguir lo que reclama “Passo” es registrar una propuesta exigiendo al equipo de Gobierno local “que corrija la cláusula en el PGOU”. “Si no lo hace, iremos en contra del Ayuntamiento”, anuncia Martínez. Pero el “no” de “La Unión” a la manifestación de mañana es una fractura que duele en el Polígono del Valle y que no comparte ni siquiera la federación de vecinos (Objetivos Comunes, OCO) de la que forma parte.

“La Unión’ tiene sus razones y ‘OCO’ no puede obligar a los compañeros a que vayan, cuando no quieren. Cada uno que haga lo que quiera, pero lo suyo sería que las dos asociaciones estuvieran al frente de la manifestación”, considera la presidenta de “OCO”, Pepi Alcántara, que asistirá como miembro de la ejecutiva permanente de “Jaén merece más”. Donde más duele la negativa de “La Unión”, no obstante, es en la parte baja del barrio. “¡Estamos cansados de que siempre se beneficie la zona de arriba de lo que hacemos abajo y que lo hacemos por todos los vecinos!”, exclama Liébanas, que dice estar avergonzado y “muy triste” por la actitud de la asociación hermana, cuando “el barrio de arriba está más afectado que el de abajo”. “Lo que pedimos es que descataloguen un barrio que fue injustamente catalogado como privado, porque eso impide ahora que vengan subvenciones. ¡Llevamos dos años detrás y el Ayuntamiento es tan culpable como la Junta!”, sentencia el presidente de “Passo”, que, no obstante, aclara: “No vamos ni en contra del Ayuntamiento, ni en contra de la Junta. Hace más de 40 años, la Junta lo catalogó y el Ayuntamiento no hace nada. Unos y otros nos están mareando y tienen que solucionar el problema”, resuelve Mario Liébanas, que alerta de que, en esta tesitura, el problema ya no es solo que no puedan arreglarse las zonas comunes: “Cualquier día, el Ayuntamiento podría dejar la limpieza o el servicio de jardinería”.