La plazoleta de María y Manuel ya no tiene nombre

Manuel Beltrán Torres llegaba de su paseo, como todos los días, cuando exclamó: “¿Pero que habéis hecho?”. La pregunta iba dirigida a los albañiles de la obra contigua a su vivienda, en el número 2 de la calle que lleva su nombre y el de su vecina, María González López. La plazoleta, en Loma del Royo, lleva el nombre de ambos porque, gracias a una carta publicada por la primera, cuando era un niña, hace ya once años, la que fuera alcaldesa, Carmen Peñalver, puso en marcha un proyecto para rehabilitar esta vía, la antigua Travesía de Sierra Mágina, inaugurada el 8 de enero de 2009. Una placa dejaba constancia de esta pequeña hazaña ciudadana, que consistió en recuperar un espacio público en el que, según Manuel Beltrán Torres, solo había cacas de perros, que limpiaba a diario, maleza y basura. Hace casi un año, dice, los obreros, rompieron el letrero. “Les dije como tenían que quitarlo, que tuvieran cuidado y que lo dejaran en mi domicilio, hasta que se repusiera, pero no me hicieron ni caso”, lamenta. Por culpa de la desaparición del rótulo, tuvo que pagar el recibo de la contribución con recargo. “El cartero no sabía donde estaba mi casa”, aclara.

Sus consejos fueron valiosos, como maestro de obra que fue, tiene el orgullo, a sus casi 95 años, de haber levantado todo el barrio en el que vive desde hace 60 años, o haber ejecutado proyectos como la reforma del hogar que ocuparon, hasta este año, las Siervas de María, una intervención dirigida por el arquitecto Luis Berges. Sin embargo, nadie los escuchó y la pérdida de la placa lo trae de cabeza, tanto es así que muchos vecinos han hecho suya la causa de que se reponga el azulejo. Uno de sus hijos remitió un escrito al Ayuntamiento, al igual que la dueña de la vivienda en la que se encontraba la placa, para lograr la reposición del cartel. “La plaza está aquí por la niña, que es la que se preocupó de un anciano y le hizo llegar el problema a la alcaldesa. No tengo interés en la placa porque salga mi nombre, es por ella”, asegura y advierte, a los que pretendan buscar dobles intenciones, que no le mueve interés político alguno en su demanda. “No soy ni comunista, ni socialista, ni popular, solo digo la verdad, como ciudadano libre que soy”, argumenta, con gran ímpetu, este jiennense de toda la vida que confía en que, finalmente, se restituya un daño que no entiende que se haya hecho. Fuentes municipales explican que la placa se repondrá, lo antes posible.