La Presa de la Cerrada de la Puerta “revive” por la sequía
El Plan Hidrológico contempla una obra destinada a regular el Guadiana Menor y combatir la desertificación
Con un proyecto “muy avanzado” y una inversión prevista de 51 millones, la presa de La Cerrada de la Puerta está en la mente de los encargados de administrar los recursos hídricos en Andalucía y en la agenda de las administraciones públicas. Se trata de una infraestructura, con capacidad para almacenar unos 289 hectómetros cúbicos, aproximadamente la mitad de El Tranco, cuya utilidad se justifica para regular el Guadiana Menor, con lo que se garantizaría el suministro en su área de influencia, en torno a Pozo Alcón, y, no menos importante, se combatiría el avance de la desertificación. Y es que el sureste jiennense es uno de los territorios más amenazados en una provincia que es, como opinan los expertos, muy vulnerable al cambio climático.
Con los datos del nefasto año hidrológico 2016/2017, que demuestran que las precipitaciones son un 40% inferiores a la media, los responsables de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) tienen que pensar a corto plazo, ante la evidencia de que los pantanos están solo al 25%, y también más allá, de ahí que, aunque sea costosa y difícil de ejecutar, la Presa de La Cerrada de la Puerta, esté entre las inversiones previstas en el Plan Hidrológico Nacional. El presidente de la CHG, Antonio Ramón Guinea, se refiere expresamente a este proyecto, según Europa Press, al igual que al embalse del Agrio de Aznalcóllar, en Sevilla, al ser claves para aprovechar, al máximo, las escasas precipitaciones que descargan en Andalucía. El clima en la región es tremendamente irregular, con años muy secos y de fuertes lluvias, lo que no casa con una demanda de abastecimiento que sí es regular por parte de la industria y la agricultura. Por lo pronto, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ya tiene claro que existe una “alerta” en el sistema de regulación general de la cuenca, casi toda la cual se dedica al riego de los cultivos, como consecuencia, por lo que el organismo tiene previsto convocar, en las próximas semanas, la Comisión de Desembalses para que los principales implicados conozcan al detalle las previsiones. “Si no cambia todo bastante, no se podrán dar las mismas dotaciones, ya se verá en función del invierno y la primavera, pero habría que recortar”, aseguró el máximo responsable de la CHG, a favor de dar toda la información posible, porque, dice: “No hay nada peor que lanzarse a una campaña de cultivo y siembra y no haya agua”.