La seguridad privada da empleo a más de 800 personas
La Subdelegación levanta 16 propuestas de sanción por intrusismo
El Día de la Seguridad Privada es una jornada de fiesta y reivindicación para los 833 empleados que el sector tiene actualmente en la provincia, donde trabajan también 18 empresas autorizadas. El acto, que se celebró ayer en el Ifeja, sirvió para hacer entrega de menciones honoríficas a 50 profesionales que han sobresalido en el cumplimiento de sus obligaciones y que han ayudado a la Policía Nacional y a la Guardia Civil en la persecución del delito y en la protección de los ciudadanos. Por ello, la subdelegada Catalina Madueño agradeció “el trabajo y la profesionalidad”, así como la cooperación “leal y responsable” con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. “Hay que trabajar todos juntos en la lucha contra la delincuencia, con generosidad, coordinados y con ese objetivo común de mantener a Jaén como un lugar seguro”, insistió la máxima responsable del Gobierno en la provincia.
Tres de esas menciones honoríficas fueron del tipo A, aquellas que reconocen los méritos de un guarda de seguridad en la resolución de un delito y en la detención del delincuente, con evidente riesgo para su integridad física. Juan Antonio Franco recibió una de estas condecoraciones por evitar la fuga de un recluso del Centro Penitenciario de Jaén. Otra de las distinciones fue para Antonio José López Expósito que, fuera de servicio, presenció el atropello de un ciclista en Úbeda, siguió al conductor y lo retuvo hasta que llegó la Policía Nacional y procedió a su detención. La tercera correspondió a la empresa Mega2, por su constante colaboración con la Policía y la Guardia Civil. “Todos habéis contribuido a ser una fuerza leal y complementaria”, señaló la subdelegada.
Ana Belén Blanca, una vigilante de seguridad, habló en nombre de todos sus compañeros para exigir que entre en vigor el nuevo reglamento que regule el sector. También reclamó que la mujer tenga más peso específico en la profesión y una mayor concienciación social para luchar contra la lacra de la violencia de género.
En el acto, también se hizo un repaso a dos de los problemas que sufre el gremio desde hace años. El más grave es el del intrusismo, el de aquellas personas y empresas que usurpan el papel de la vigilancia privada y ejercen como “piratas”. La subdelegada ofreció su apoyo al sector para luchar contra esta situación. “Debemos erradicarlo desde todos los medios posibles”, explicó. Al respecto, en el último año, se han levantado 16 propuestas de sanción, ocho de ellas muy graves, que saldan con importantes multas económicas. El otro gran problema que parece no tener fin es el de las falsas alarmas. En lo que va de año, los sistemas de aviso han sonado en 688 ocasiones. Solo 34 eran reales. Este mal funcionamiento de los dispositivos se debe, fundamentalmente, a “descuidos y olvidos” de sus propietarios. De hecho, se estima que solo un pequeño porcentaje de las falsas alarmas es atribuible a fallos del sistema de seguridad.