La tecnología al servicio de la rehabilitación

El dispositivo ofrece pautas de rehabilitación para paliar dolores o molestias en la espalda

14 dic 2017 / 08:46 H.

Un equipo multidisciplinar de expertos de la Universidad de Jaén, formado por fisioterapeutas e ingenieros, patentaron un dispositivo digital que avisa en tiempo real cuando la columna vertebral adquiere una posición inadecuada para evitar dolencias en la espalda. Esta detección se complementa con pautas de rehabilitación para paliar dolores ya existentes o la aparición de molestias en la zona.

El sistema está formado por unos sensores inalámbricos que se colocan en la espalda del paciente con adhesivos no tóxicos y tienen un grosor mínimo de medio centímetro. Esta red mide constantemente la inclinación de cada vértebra en relación a las adyacentes y, para ello, utiliza una hilera de luces led. Estas bombillas de bajo consumo envían información constante a un medio de alarma, en este caso un teléfono móvil, donde se registran todos los datos.

La principal novedad de este mecanismo es la detección directa y global del ángulo formado por cada una de las vértebras. “A diferencia de otros sistemas que miden la inclinación u orientación en un punto determinado de la zona lumbar, esta invención registra el ángulo formado entre vértebras adyacentes en toda la columna”, argumenta Francisco Javier Molina, investigador de la Universidad de Jaén y uno de los autores de la patente. Así, la información que recaba el mecanismo es general y proporciona resultados precisos, independientemente de los movimientos que realice el paciente o la posición en la que se encuentre.

Otra de las ventajas de este dispositivo es su versatilidad para poder utilizarlo en otras partes del cuerpo. “Al detectar directamente el ángulo formado por los elementos óseos de la región lumbar, puede utilizarse para monitorizar la posición relativa de otras zonas de la columna y de distintas articulaciones que sería imposible hacer con los sistemas actualmente conocidos, como, por ejemplo, la muñeca, la rodilla o el codo”, explica Molina.

Asimismo, el dispositivo tiene un grosor mínimo de medio centímetro aproximadamente y está recubierto de un plástico impermeable, lo que permite al paciente llevarlo en cualquier momento del día y no requiere que esté en una posición determinada. También incluye una función pedagógica: “Pretendemos reeducar al paciente concienciándolo de cuál es la posición óptima de su columna y que adquiera hábitos posturales saludables para evitar posibles daños futuros”.