La UJA estudia un nuevo fármaco contra el cáncer

La investigación demuestra la eficacia de una formulación de dos proenzimas

08 feb 2018 / 09:09 H.

La profesora del departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Jaén y responsable del grupo de investigación “Tecnologías Biológicas”, Macarena Perán, lideró un estudio que demuestra la eficacia antitumoral de la formulación de dos proenzimas pancreáticas (Tripsinógeno y Quimotripsinógeno A) en la terapia contra el cáncer de páncreas y de ovario. Este estudio forma parte de un proyecto internacional de investigación de la empresa biotecnológica australiana Propanc, en el que también colabora el grupo de investigación “Terapias Avanzadas: Diferenciación, regeneración y cáncer” de la Universidad de Granada que encabeza el investigador Juan Antonio Marchal, así como el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.

Su investigación ha determinado un ratio sinérgico y óptimo para la combinación de estas dos pro-enzimas pancreáticas, para conseguir una formulación eficaz denominada PRP. “Este fármaco puede englobarse dentro de la nueva tendencia de terapias biológicas, que se basa en la utilización de elementos naturales, en este caso dos pro-enzimas que se producen continuamente en nuestro páncreas y nos ayudan en la digestión”, indica Macarena Perán.

A su vez, realizaron ensayos con modelos animales que demuestran que el uso de esta formulación contribuye a la reducción del tamaño de los tumores, así como ensayos in vitro con 24 líneas celulares que evidencian que la PRP tiene propiedades que inhiben la migración, angiogénesis e invasión de las células cancerosas. “A través de estos dos experimentos comprobamos, por un lado, que el tamaño de los tumores analizados en animales disminuye; y por otro, que la PRP limita la movilidad, la formación de nuevos vasos sanguíneos y la capacidad de invasión y expansión de las células cancerosas en diferentes tipos de cáncer”, explica la experta de la UJA.

Además, gracias a una autorización especial obtenida en Reino Unido como proyecto farmacéutico, realizó un ensayo con 46 pacientes con cánceres metastásicos de distinto origen. Tras la administración del tratamiento, aumentó la esperanza de vida de estos enfermos de forma significativa. “Observamos que más de un 40 por ciento de esos pacientes, con unas expectativas muy limitadas por lo avanzado de su enfermedad, incrementaron su esperanza de vida en el doble de tiempo esperado, en promedio de seis a nueve meses, sin tener otros efectos secundarios asociados al tratamiento”, argumenta Macarena Perán.