Las aceiteras jiennenses pierden peso en el mundo
Jaén aportará el 12,4% de la cosecha mundial frente al 19,8% del año pasado
Si se quiere buscar un culpable, hay que mirar al cielo. La cosecha que ahora se recoge es fruto de un año en el que los árboles han pasado mucha sed. De ahí que el Aforo Oficial de la Consejería de Agricultura estimara que esta provincia solo generará 360.000 toneladas de aceite de oliva, lo que representa un desastre productivo para una tierra que ya está acostumbrada a cosechas medias que rondan las 500.000 toneladas. No obstante, una cosa es lo que se estima y otra lo que realmente ocurra. Sin embargo, si se revisa el cálculo del Consejo Oleícola Internacional (COI) respecto a la producción mundial de aceite de oliva, existe otra sorpresa poco agradable para la provincia. Jaén perderá mucho peso en el mundo. Será la provincia que más zumo de aceituna genere, pero su representatividad en el escenario mundial será más baja.
El COI calcula que la producción internacional será de 2.894.000 toneladas de zumo de aceituna. Entre ellas, habrá 360.000 que procederán de Jaén, por lo que la tierra del mar de olivos aportará un 12,4%. En cambio, si se compara con el liderazgo en el periodo de comercialización que acaba de terminar, se aprecia una caída considerable. El pasado año, la producción mundial de aceite de oliva fue de 2.539.000 toneladas, de las que 505.000 salieron de esta provincia. Esto conllevó un peso del 19,88%. Habitualmente, la representación del olivar jiennense en la producción oleícola oscila entre el 17 y el 20% —en función de la cosecha—. En cambio, este año ha caído mucho más de lo normal. Precisamente, en un escenario de precios altos, como el actual, representa un serio problema no contar con cosecha, ya que se reducirán considerablemente los beneficios.
Estimación del COI. El Consejo Oleícola Internacional —en su última reunión— calcula que la campaña de aceite de oliva 2017-2018 será superior a la anterior en un 14% y que la cifra de la producción mundial rondará los 2.894.000 de toneladas, según los últimos datos enviados por los países. Los países miembros del COI alcanzarán una producción total de 2.717.000 toneladas de las cuales los productores europeos dispondrán de 1.805.000 toneladas. Constituye un aumento en su conjunto del 3% respecto a la campaña anterior.
España, con una producción estimada de 1.090.500 toneladas, disminuirá una 15% respecto a la campaña anterior, seguido de Italia, con 320.000 toneladas, que aumentará (+76%); Grecia, 300.000 toneladas (+54%); Portugal, 78.800 toneladas (+14%). Los demás países productores europeos tendrán volúmenes más pequeños. En el resto de los países miembros del COI se estima que aumenten fuertemente la producción —alrededor del 51%— respecto de la campaña anterior.
Los principales incrementos fuera de Europa se registran en Turquía, que alcanzará 287.000 toneladas (+62%); seguido de Túnez, con una producción de 220.000 (+120%); Marruecos, 140.000 (+27%), Argelia 80.000 toneladas (+27%); Argentina, 37.500 (+74%); Jordania y Egipto, con 25.000 aumentarán respectivamente (+25%); Libia, 18.000 (+12%); Israel, 16.000 (+7%), y Líbano, que disminuirá el 8% con una producción de 23.000. El resto de países registrará volúmenes más pequeños.
De esta manera, los productores jiennenses tendrán que conjugar sus intereses a la hora de poner el producto en el mercado con la realidad del resto de países productores y olvidar la situación que viven las fábricas de su alrededor. Los operadores tienen claro que en España puede que exista poca disponibilidad de producto, pero sí que habrá existencias en otros países. Afortunadamente para los intereses de los agricultores, el magnífico ritmo de ventas sostendrá la cotización.
El escenario de precios alienta las expectativas de los agricultores. Parece que el aceite de oliva mantendrá una cotización que estará por encima de la rentabilidad del producto o que, incluso, ofrecerá beneficios. El consumo mundial de aceite de oliva para la campaña 2017/18 se estima en 2.954.000 toneladas, lo que representará un aumento del 5% respecto de la campaña. Queda claro que existe un equilibrio entre la cosecha que se espera en el mundo y las previsiones de consumo, por lo que el periodo de comercialización ha de desarrollarse sin problema alguno. Ahora bien, la anterior campaña ha dejado las bodegas de las fábricas prácticamente vacías, por lo que se augura una tensión en la recta final de la campaña. No se prevé escasez ni desabastecimiento, pero la campaña, al igual que ocurrió el año pasado, viene bastante justa. Precisamente, las estrategias de promoción y la labor exportadora de las empresas resulta determinante para elevar el consumo internacional y mantener el ritmo de ventas. De hecho, octubre y noviembre han sido buenos meses para la comercialización del aceite.
Grecia dará 300.000 toneladas de zumo de aceituna, mientras que Italia rondará las 320.000. España se consolida como la gran productora europea y una auténtica potencia internacional. No obstante, pese a que Jaén tendrá una cosecha bastante pequeña (360.000 toneladas fue la estimación del aforo oficial), estará por delante del segundo y el tercer productor de zumo de aceituna de la Unión Europea.
El virgen extra sigue fuerte y se paga a 3,64 euros por kilo
El aceite de oliva virgen extra mantiene su pujanza. El Observatorio de Precios de la Fundación del Olivar (Poolred) publica que el virgen extra se paga a 3,64 euros por kilo. No obstante, existen partidas que salen a granel por 4,3 euros por kilo. Los vírgenes cotizan a 3,47, mientras que lo habitual es comprar un kilo de lampante por 3,4. El precio del aceite de oliva, que se convirtió en un importante motivo de preocupación en la provincia, ha dejado de inquietar a los olivareros. Ahora, las organizaciones profesional apelan a incrementar la competitividad.